Cuando mi hermana falleció, adopté a su hija, Dolly, y la crié como si fuera mía. Éramos todo lo que nos quedaba en este mundo e iba a intentar con todas mis fuerzas asegurarme de que nunca le faltara nada.
Por eso necesitaba a alguien en quien confiara para que cuidara a la persona más importante de mi vida. Ser un hombre de negocios significaba que yo estaba fuera de la casa una buena parte del día, un mal necesario para proveer a Dolly. Una niñera que viviera en la casa se aseguraría de que Dolly recibiera el mejor cuidado posible cuando yo no estuviera con ella.
Y cuando vi a Emma por primera vez no sólo vi a un cuidador para Dolly. Vi a una mujer que tenía todos los instintos de cavernícola en mí elevándose como una bestia primitiva.
Ya no sólo quería una niñera, quería a Emma... toda ella.
Ella podría pensar que esto era sólo otro trabajo, pero antes de que nuestro tiempo se acabara Emma se daría cuenta de que era mía y no la iba a dejar ir.
Advertencia: Chicos, este libro les va a dar un latigazo por lo insta-loco que es. ¡Habla de un héroe que no puede mantener sus manos lejos de su mujer! Esto puede parecer una lectura dulce y azucarada, y lo es, pero no se equivoquen: es asqueroso como el infierno. Tenemos un héroe alfa que se enamora instantáneamente de la heroína y no la deja ir. Tal vez un poco obsesivo, pero oye, eso es lo que nos gusta * guiño *
Juro Solemnemente que mis intensiones no son buenas
ResponderEliminarJuro solemnemente que mis intenciones no son buenas...
ResponderEliminarGracias
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