Blake:
Soy un hermano.
Soy un detective de policía.
Soy un asesino a sueldo.
No quiero amar.
No quiero sentir.
No quiero… EMPATIA.
Dicen que algunas personas nacieron con una actividad disminuida de lóbulo frontal centra provocándoles una deficiencia en la empatía. Tal vez es verdad acerca de mí, pero tanto si nací así o si creé en un momento de maldad, la empatía fue algo que no poseí hasta que sus ojos verdes se encontraron con los míos en el espejo y no pude quitarle la vida.
No quería sentir, no quería a esta mujer en mi vida complicando como vivía pero estada allí en todo momento. Su luz brillante provocó una sombra de todos los que ella tocó. Cuando un trabajo se vuelve malo rápidamente alterando mi vida para siempre soy obligado a sentir. Cuando nada tiene sentido soy forzado a enfrentar las verdades de las cuales nunca me recobraría. Cuando la vida te ahoga en su crueldad, no sabes en qué dirección la corriente te arrastrará o en quien te convertirás una vez que resurjas.
Melody:
Fui una hija.
Fui una estudiante.
Fui una víctima.
¿Tuve su amor?
¿Lo hice sentir?
¿Tuve su empatía?
Cuando las acciones de un asesino desalmado me obligan a sentir dolor en las venas, nunca soñé que el hombre sanando mis heridas sería quien me dejaría la peor cicatriz. Su amor dejaría cicatrices en mi alma. Las cicatrices son permanentes; nunca sentiré alivio de ellas. ¿Aprenderé a vivir con ellas, recordaré por que las tengo y aprenderé a no dejarlo acercarse lo suficiente como para infligir más daño? ¿Las cubriré eventualmente… como tatuajes cubriéndolas con nuevos recuerdos, nuevo amor, nuevos comienzos? No sabía estás respuestas porque el dolor era demasiado sofocante, lo único que sabía era que siempre estarían debajo de la superficie persistentes. Él también tenía cicatrices por sus pecados. No hay nada que puedan cubrirlas, eran demasiado profundas, demasiado feas, demasiado oscuras y nos marcaron a ambos para siempre.
Advertencia: Este libro se meterá en tu mente. Es una novela romántica muy oscura, sexy y retorcida. Solo para +18.
Ryan:
Soy un hijo.
Un amigo.
Un hermano.
Un psicópata.
Dieciocho años de estar encerrado; fui liberado en el mundo. Las cosas han cambiado, Blake está casado con Melody y es el padre de mi nueva fijación, Cereus. Mi bella sobrina la cual no sabe nada de mi existencia. Cuando las consecuencias de los pecados pasados comienzan a atormentarme, los viejos anhelos exigen estar satisfechos.
No hay cura para mi tipo de enfermedad.
Estoy desprovisto de todo menos de obsesión.
No puedo amar.
No puedo sentir.
Estoy Desolado.
Ryan
Cuando dos almas oscuras se conectan, la atracción es demasiado dominante para ignorarla y la obsesión de poseer el único color para iluminar mi mundo oscuro es demasiado implacable para no obedecer. La dejé sola para que pudiera vivir una vida normal, pero yo era débil, ¿cómo puede vivir una vida normal después de que tanto caos siniestro invadió su mundo, convocando su propia oscuridad a la superficie?
El depravado demonio que soy ahora tenía un ancla, alguien con quien aventurarse en el abismo negro.
Normal nunca fue un camino establecido para Cereus.
Ella era la hija de su padre, pero mi alma gemela, incluso si disputaba tener una.
Ella estaba luchando sin mí en su vida, el dolor vacante dentro de ella se filtraba.
No puedo ir con ella, la necesidad es demasiado fuerte y, como con todos mis impulsos, la abrazo.
Advertencia: Este libro contiene temas oscuros que algunas personas pudieran considerar ofensivos. Si eres sensible a la violencia gráfica y a la fuga mental, este título no es para ti, así que no lo leas.
Nota para el Lector: Para disfrutar este título plenamente, ya deberías haber devorado Empathy y abrazar tus depravaciones leyendo el segundo libro, Desolate. ¡Tú como yo, eras un glotón del castigo! Querías más y ellos no querían dejar de hablar... así que aquí está.
Próximo libro:
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ResponderEliminarDebes buscar en la parte derecha de la página el aviso "juro solemnemente que mis intenciones no son buenas"
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