Aceptar dinero por sexo está mal, ¿no?
Alexandra Farrington ciertamente lo cree así. El trabajo que ha acordado hacer para su amiga no se supone que deba involucrar ningún sexo. Sin embargo, ningún hombre gasta tanto dinero en una lujosa suite de hotel y en una lencería pecaminosa sin esperar el mambo horizontal a cambio. ¿Y qué clase de hombre emplea a escoltas de todos modos?
Nathanial Longton no puede creer lo que ven sus ojos cuando la puerta se abre para revelar a su compañera de la noche. Nunca ha olvidado a la hija del ama de llaves. La chica con la que creció se ha convertido en una mujer hermosa y sexy, y lo que es más, es toda suya por una noche.
Tiene asuntos pendientes y, con ella a su merced, es hora de la retribución.
Si sólo se tratara de sexo... pero la sumisión de Alexandra despierta mucho más que su sádico interior.
El amor es mucho más difícil de ignorar.
Ella no sería propiedad de nadie…
Ante la perspectiva de casarse con un hombre que ni siquiera conoce, el temperamento de Nicoletta Cabrizi la domina. ¿Cómo se atreve su padre a usar su virginidad como una moneda de cambio para sellar un negocio? La primera vez de una chica debe ser especial, y ¿quién mejor para darle una noche inolvidable que un Dom experimentado proporcionado por Premiere Companions?
Una solución perfecta…
La realidad, sin embargo, la deja sin aliento. El enigmático Jamie lleva a Nicole a un torbellino de sensaciones y placeres que le roba el corazón y el alma, y la deja dudando de sus decisiones anteriores.
Jamie está más que furioso por todo este absurdo acuerdo, especialmente cuando Nicoletta resulta estar muy lejos de la princesa malcriada que esperaba encontrar. Su abierta vulnerabilidad y su profunda necesidad de someterse ponen de manifiesto sus instintos protectores. Pase lo que pase, Nicoletta será suya.
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