En la primera novela de la saga Incarnation, la inmortal Seraphina se enfrenta a una dolorosa verdad: Enamorarse puede significar sucumbir a la muerte. La gente dice “el amor nunca muere”… pero el amor podría ser la muerte de Seraphina.
Seraphina está viva desde la Edad Media, cuando su novio, Cyrus, logró perfeccionar un método de alquimia que le permite intercambiar cuerpos con cualquier ser humano. Sera escapó de Cyrus, hace años, cuando se dio cuenta de que lo que estaba haciendo, tomar las vidas de personas inocentes, estaba mal. Sin embargo, ella no quiere morir, por lo que busca a los jóvenes que están al borde de la muerte y habita sus cuerpos.
Sera acaba de aterrizar en el cuerpo de una chica llamada Kailey que estaba a punto de morir en un accidente de coche. Por primera vez, Sera se enamora de la vida de la persona que está habitando. Sera también se enamora del chico que vive al lado, Noah. Y pronto queda claro que los sentimientos son correspondidos. Pero jamás puede besar a Noah, porque para ella tocar los labios con un ser humano podría significar la muerte del humano. Y tiene más cosas de las que preocuparse: Cyrus la está persiguiendo. Si se queda en un mismo lugar durante mucho tiempo, se expone a sí misma, y a la gente que está con ella, a un gran peligro. ¿Sera tendrá que renunciar a la única cosa que ha eludido durante siglos: el amor verdadero?
Seraphina está viva desde la Edad Media, cuando su novio, Cyrus, logró perfeccionar un método de alquimia que le permite intercambiar cuerpos con cualquier ser humano. Sera escapó de Cyrus, hace años, cuando se dio cuenta de que lo que estaba haciendo, tomar las vidas de personas inocentes, estaba mal. Sin embargo, ella no quiere morir, por lo que busca a los jóvenes que están al borde de la muerte y habita sus cuerpos.
Sera acaba de aterrizar en el cuerpo de una chica llamada Kailey que estaba a punto de morir en un accidente de coche. Por primera vez, Sera se enamora de la vida de la persona que está habitando. Sera también se enamora del chico que vive al lado, Noah. Y pronto queda claro que los sentimientos son correspondidos. Pero jamás puede besar a Noah, porque para ella tocar los labios con un ser humano podría significar la muerte del humano. Y tiene más cosas de las que preocuparse: Cyrus la está persiguiendo. Si se queda en un mismo lugar durante mucho tiempo, se expone a sí misma, y a la gente que está con ella, a un gran peligro. ¿Sera tendrá que renunciar a la única cosa que ha eludido durante siglos: el amor verdadero?
La inmortal Seraphina es forzada a enfrentar la oscuridad de su pasado —y arriesgarse a perder el amor de su vida— en esta segunda novela de la saga Incarnation.
Seraphina ha estado viviendo por siglos, gracias a un método especial de alquimia, pero sólo recientemente se ha sentido realmente viva. Finalmente se ha librado de su controlador novio, Cyrus, y tras años de intercambiar cuerpos para preservar su inmortalidad, está felizmente acomodada en una vida a la cual vale la pena apegarse. Porque en esta vida, ella tiene a Noah.
Pero Noah podría no ser tan confiable como parece. Después de que él entrega un ominoso mensaje que sólo podría provenir de Cyrus, Sera está preocupada de que sus nuevos amigos y su familia se enteren de su secreto. Y cuando sus sospechas van más allá de Noah, Sera se ve obligada a preguntarse también por sus nuevos amigos: ¿Podría su antiguo aquelarre estar disfrazándose justo frente a sus narices?
¿Sera tendrá que mudarse a otro cuerpo —y tomar otra vida— o podrá encontrar una manera de mantener lo que tiene, para siempre?
Seraphina ha estado viviendo por siglos, gracias a un método especial de alquimia, pero sólo recientemente se ha sentido realmente viva. Finalmente se ha librado de su controlador novio, Cyrus, y tras años de intercambiar cuerpos para preservar su inmortalidad, está felizmente acomodada en una vida a la cual vale la pena apegarse. Porque en esta vida, ella tiene a Noah.
Pero Noah podría no ser tan confiable como parece. Después de que él entrega un ominoso mensaje que sólo podría provenir de Cyrus, Sera está preocupada de que sus nuevos amigos y su familia se enteren de su secreto. Y cuando sus sospechas van más allá de Noah, Sera se ve obligada a preguntarse también por sus nuevos amigos: ¿Podría su antiguo aquelarre estar disfrazándose justo frente a sus narices?
¿Sera tendrá que mudarse a otro cuerpo —y tomar otra vida— o podrá encontrar una manera de mantener lo que tiene, para siempre?
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