La Senorita Amelia Pesca a un Duque.
“No tengo la costumbre de ir pidiéndoles a las damas que se casen conmigo. De hecho, sois la segunda mujer que ha recibido nunca tal… invitación.” Se aproximó un poco más a ella, hasta acercarse tanto que podía ver el leve temblor de su delicioso labio inferior. “Y me devolvió el beso, Amelia, no pretenda que no.”
Vio indecisión, miedo, e incluso deseo en el rostro de ella, vuelto hacia él. Cav deseaba volver a besarla, pero temía que se asustase. Como si pudiera leer sus pensamientos, ella se giró hacia las puertas abiertas que daban al jardín. “Si bien hasta ayer por la noche nunca había sentido deseos de casarme, ahora sí los siento.”
“¡Lo ve! Acaba de admitir que no desea casarse conmigo”, conjeturó ella. “Y yo no deseo casarme con un hombre solo porque haya sido sorprendido besándome. Bueno… Con las mismas, podría decirme directamente que yo era su segunda elección.”
Cav intentó atraer su atención mientas ella recorría incansable el espacio entre el servicio de té y las puertas francesas. Pero ella ni se fijaba en él mientras continuaba.
“No quiero ser el segundo plato de ningún hombre. Quiero, no… Merezco ser el único deseo de un hombre.” Se detuvo, le miró y añadió “Por ello, debo rechazar su generosa oferta, Excelencia.”
Él no podía creer lo que estaba escuchando. Cualquier otra mujer habría aceptado su oferta de matrimonio, y las dos únicas mujeres a las que se había declarado, le habían rechazado. Oh, no dudaba que conseguiría hacerla entrar en razón. Cav sabía que todo lo que tenía que hacer era besar a Amelia, y ella diría que sí.
Pero esto era diferente. Amelia era diferente. Con toda probabilidad, había cuidado de su familia incluso en vida de su padre. No conocía otra cosa. ¿Cómo iba a convencerla de que ella, la Señorita Amelia Manners-Sutton, era el objeto de su deseo? Le apartó un mechón rebelde de cabello de la cara,,,
La Novia de Caversham
¿Qué harías para salvar a tus seres más queridos?
Vendida como esclava por los hombres que debían matarla, Angelia Gualtiero ahora debe convencer al hombre que la ha comprado de que le preste su ayuda. Lia haría cualquier cosa para salvar a su hermano pequeño de su criminal tía, incluso casarse con un hombre del que sabe que no desea otra cosa que usar su cuerpo.
Marcus Renfield Halden, Noveno Duque de Caversham, necesita un heredero para garantizar su legado y el futuro de sus hermanas pequeñas, protegiéndolos de un primo desesperado que, según sospecha, ha puesto sus miras en conseguir su título y fortuna. Cuando ve a una mujer corriendo de sus captores en el mercado de Tánger, al principio se siente cautivado por su belleza. Cuando Ren descubre la historia de la joven, se siente admirado por su valentía. Entonces le hace a Lia una oferta que no puede rechazar.
Su hermano por un heredero.
Lo que ninguno de los dos esperaba era enamorarse.
Próximos libros:
Una serie interesante gracias por compartir ok kisses
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