Primer mes: Me enamoré de él.
Segundo mes: Ya estaba perdida.
Tercer mes: Era una soñadora.
Pero para el cuarto, era una pesadilla.
Todo lo que llegaba eran latidos.
Un latido: Fantasía
Dos latidos: Aceptación.
Tres latidos: Amor.
Pero el cuarto latido es el que me arruinó por completo.
Pum. Pum. Pum.
Con el corazón destrozado. Él era mi pesadilla.
Nuestro amor no era suficiente.
Él tenía demonios.
Yo tenía esperanzas.
Nunca estuvimos destinados a estar juntos.
Pero eso no nos detuvo.
Incluso cuando debería haberlo hecho.
Incluso cuando vi esos demonios fuerte y claro.
Debí haberme mantenido alejada.
Nunca debí haber mirado atrás.
Pero el amor, es algo voluble.
Y a veces...
Necesitas abrazar la oscuridad.
O dejar que te destruya.
Estuve emborrachada una vez.
Ahora, estoy sobria.
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