Emma Donati
Algunos días, se sentía como si Emma lo hubiera imaginado todo.
Como si tal vez todo lo que había pasado con Calisto era solo un sueño.
Emma sabía que era una locura, era imposible olvidar lo que había compartido con Calisto Donati. Todo su amor, los momentos robados, su maldad juntos y la belleza que había debajo de todo eran reales.
Eran reales.
Pero él no lo sabía.
Él no sabía nada de eso.
Y poco a poco, con cada día que pasaba, Emma descubría que estaba perdiendo esas piezas que le recordaban que habían existido una vez.
Al igual que el rosario.
Demasiado pronto, Emma sabía... que no quedaría nada.
Calisto Donati
Algunos días, se sentía como si Emma lo hubiera imaginado todo.
Como si tal vez todo lo que había pasado con Calisto era solo un sueño.
Emma sabía que era una locura, era imposible olvidar lo que había compartido con Calisto Donati. Todo su amor, los momentos robados, su maldad juntos y la belleza que había debajo de todo eran reales.
Eran reales.
Pero él no lo sabía.
Él no sabía nada de eso.
Y poco a poco, con cada día que pasaba, Emma descubría que estaba perdiendo esas piezas que le recordaban que habían existido una vez.
Al igual que el rosario.
Demasiado pronto, Emma sabía... que no quedaría nada.
Calisto Donati
Emma no le había dado una opción
Ella, no él.
Sí, eso es lo que Calisto iba a seguir diciéndose a sí mismo. Se negaba a alimentarla extraña curiosidad que tenía sobre Emma Donati. Se había estado construyendo desde el momento en que la había visto por primera vez después de que se había despertado. No admitiría que por más tiempo de lo que le importaba admitirlo, pensó que había más detrás de su sonrisa falsa, palabras educadas y la distancia que ella puso entre ella y él, que podría haber más para ellos.
Él no podia
Excepto que... él se estaba alimentando de eso.
Calisto simplemente no estaba seguro de lo que era.
Pero esta noche iba a averiguarlo.
Si ella quisiera decirle o no.
Éste y los demás aquí
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