Ruby Jordan es una mujer de negocios de nuestro siglo que necesita un auténtico milagro para salvar su matrimonio... pero nunca creyó que ese milagro consistiría en viajar en el tiempo a la época medieval.
Thork Haraldsson, un vikingo del s. X amargado por su dura existencia, no necesita a una molesta mujer que dice ser su esposa... ¡¡del futuro!!Thork es un vikingo renuente... y Ruby está dispuesta a derretir su corazón.
Ruby Jordan a sus treinta nueve años ha quedado devastada tras enterarse de que el hombre con el que lleva casada veinte años va a dejarla. ¿Cómo han podido salir tan mal las cosas? Su empresa dedicada a la venta de ropa interior la ha
mantenido tan ocupada que no ha sido capaz de darse cuenta de que su vida amorosa se iba destruyendo poco a poco. A pesar de que él la ama todavía, no puede soportar su indiferencia. Como es normal, ella sólo se da cuenta de lo
podrá soportar la perdida, decide que volverá a recuperarlo. Y, mientras escucha la música favorita de Jack, pide un deseo: volver a tener veinte años sabiendo lo que sabe ahora.
que realmente ha perdido en el momento en que él se marcha. Sentada en su sillón favorito, compadeciéndose a sí misma y sabiendo a ciencia cierta que no
Sin embargo el deseo no se cumple tal y como esperaba ya que Ruby despierta en Jorvik, Inglaterra, y no sólo es veinte años más joven sino que ha retrocedido…
¡mil años! Con el pelo corto, vaqueros y una camiseta llamativa, divisa a un magnífico vikingo, Thork, que se asemeja notablemente a su marido y, creyendo
que tan sólo se trata de un extraño sueño, decide reclamarlo como su esposo.
Thork es un hombre producto de su tiempo. Hijo de un rey escandinavo que tuvo muchas esposas, e incluso más hijos, está metido de lleno en una encarnizada lucha con
sus hermanos por la herencia de su progenitor. Muy a su pesar, Thork ha tenido que aprender a vigilar sus espaldas, ya que uno de sus hermanos quiere destruirlo no sólo a él, sino a sus seres queridos. Y precisamente por esta razón Thork se ha visto obligado a negar la existencia de sus dos hijos —fruto
de sus alocadas noches de juventud— y se ha jurado a sí mismo no casarse en la vida ni volver a ser padre.
Naturalmente,cuando Ruby aparece Thork cree que o bien está loca o es una espía.
Pero aún así, la deja a cargo de unos amigos que casualmente son las personas que cuidan de sus hijos. A Ruby le presentan a los niños como si fueran huérfanos, pero ella inmediatamente nota el enorme parecido que tienen con el vikingo y decide reclamarlos al igual que ha hecho con su padre.
Thork intentará alejarse tanto de la mujer como de sus hijos para mantenerlos a salvo, pero pronto se dará cuenta que es incapaz de luchar contra la fuerte atracción que ambos sienten.
Tan alta y atractiva como las valkirias de las leyendas, la doctora Rain Jordan estaba orgullosa de sus antepasados nórdicos a pesar de sus costumbres bélicas.
Pero ella no podía creer lo que veía cuando un golpe en la cabeza la transportó a un campo de batalla de pesadilla y tuvo que salvar al bárbaro de sus sueños.
Él era un desquiciado de mirada salvaje cuya mortal espada podría matar una docena de sajones con un solo movimiento, pero Selik no podía controlar a la descarada jovencita que venía del futuro. Él consideraba a Rain como una prisionera, y deseaba aprovecharse de sus habilidades médicas... y su
considerable conocimiento de la anatomía masculina. Pero la exasperante mujer tenía sus propias ideas. Si Selik no tenía cuidado, la impresionante sirena seguramente capturaría su corazón y lo convertiría en un guerrero del amor en vez de ser... el vikingo fugitivo.
Conocida como la Joya Plateada de Northumbria —por el exquisito e inigualable color de su cabello— la joven y testaruda Lady Eadyth sucumbió a los encantos de Steven de Gravely, que la sedujo, poseyó y abandonó en un tiempo récord. Lo único bueno que le quedó a Eadyth de esa horrible experiencia fue su hijo John y unas inmensas ganas de salir adelante para que a éste no le faltara de nada. Ahora, Eadyth es una próspera apicultora, pero Steven ha vuelto a su vida amenazando con separarla de su hijo. La única solución que ve a su problema es encontrar a un hombre con el cabello oscuro y los mismos ojos azules que el bastardo de Steven, casarse con él y que éste reclame al niño como suyo, y lo acaba de encontrar en el apuesto y rudo Eirik de Ravenshire. Lo que menos necesita Eirik es una esposa, pero en cuanto se entera de que el niño es el hijo de su más odiado enemigo acepta. Los protegerá a ambos... pero lo que no se puede imaginar es que acaba de dejar sin defensas a su corazón y que muy pronto sucumbirá a la dulce picadura del amor.
Incluso los guerreros vikingos más violentos tienen un mal día.
Si un violento guerrero quiere atraer a una gentil doncella con un simple gesto de su mano, ella... ¿debería sucumbir o salir corriendo como alma que lleva el diablo comenzando así una encarnizada persecución?
Si una bruja sajona maldice al Rey de los Vikingos, cayendo sobre él mil desgracias, ¿debe ese mismo guerrero capturar a la dama corriendo el riesgo de caer bajo su erótico hechizo?
Lady Alinor y Tykir Thorksson... una bruja sajona y un salvaje vikingo.
Seguro que hasta los mismísimos Dioses se reirían de esta situación.
Pero es que las cosas que Tykir Thorksson tiene que hacer volverían loco al más cuerdo.
Le han encargado capturar a la bruja que hechizó al Rey de los Vikingos, y cuando la encuentra, se da cuenta que no puede ser inmune a los encantos de esa pelirroja y sus insolentes pecas. Por su parte, Lady Alinor descubre que tras ese duro guerrero vikingo se esconde un hombre adorable capaz de sacarle la más tierna de las sonrisas.
Para Rurik el Vikingo, la vida no merecía la pena vivirse desde que había dejado a Maire de los páramos. Oh, no es que añorase sus salvajes trenzas rojizas o sus apetitosos labios. Nah, era por el embarazoso zig-zag azul que ella le había puesto en el rostro tras su única noche de salvaje pasión. Para un fiero guerrero que se enorgullece de su inmensa altura, su experiencia en la cama y sus bien formados músculos, esa mancha azul era el colmo. Al final lograría su objetivo obligando a la bruja a arrodillarse o moriría en el intento. Tal vez incluso la pediría en matrimonio... siempre que ella le prometiese que él no continuaría siendo... el Vikingo Azul.
El capitán es tal y como un guerrero vikingo debe ser –alto, violento, rubio, y con curvas en los lugares exactos— pero... un momento... ¿curvas en los lugares exactos? ¡¡Increíble, pero cierto!! ¡Este capitán es una mujer!, y, por cierto, bastante encantadora. Durante años, su altura, fuerza y la rapidez de su lengua han intimidado a cualquier escandinavo que osase hablarle de matrimonio. Pero ahora, su padre, bastante enfermo, ha jurado que ninguna de las hermanas de Tyra —más dulces y jóvenes que ella— se casarán hasta que su primogénita encuentre un marido. Así que Tyra decide, muy a su pesar, que ya va siendo hora de contraer matrimonio. Y en ese justo momento, y como si de una respuesta a
las oraciones de la doncella se tratara, aparece Adam “El Sanador”. Tyra cree que ese hábil médico será capaz de curar a su anciano padre, además de que está más que dispuesta a retozar con el alto, poderoso y bello hombre en su tibio tálamo. Aunque... existe un pequeño problema... y es que Adam no está muy inclinado a recibir órdenes de nadie. Pero Tyra no es el primer guerrero vikingo que tiene que raptar a su compañero por la fuerza, bueno...vale... generalmente suele ser el novio quien lo hace, pero ¿qué importancia tiene ese mínimo detalle?
Gemelos, más guapos que el pecado e inseparables desde su nacimiento… hasta que una batalla hizo que se perdieran de vista y cada uno escuchó hablar sobre la muerte del otro... Nunca lo creyeron. Los gemelos Toste y Vagn Ivarsson se preparan para batallar contra los sajones de Bretaña cuando se ven envueltos en una emboscada. Antes de perder la conciencia, cada uno de ellos ve como el otro es abatido por la espada enemiga. Cuando Toste despierta se ve envuelto en los tiernos cuidados de un grupo de monjas. Una de las jóvenes novicias no puede evitar encontrar al alto vikingo completamente irresistible, aunque bastante rudo. Y Toste, aún con el corazón destrozado por la pérdida de su hermano, se propone seducirla. Vagn, prácticamente moribundo y gravemente herido, es llevado a la casa de un sajón. Si logra sobrevivir será desposado con la hija del Señor del lugar, Helga La Feucha. Sin embargo, Helga tiene otros planes, no está para nada interesada en un matrimonio, pero sí quiere ser madre, así que se propone seducir al bello vikingo en busca del hijo que tanto ansía. Vagn está destrozado por la muerte de su hermano, pero no tanto como para resistirse a esa traviesa virgen que hará todo lo posible por entrar en su cama.
¡Caedmon de Larkspur es el mayor patán que he conocido! Cuando mis hermanas y yo llegamos a su castillo nos recibieron criados y niños que corrían como salvajes, en tanto que Caedmon estaba en la cama después de haberse pasado la noche bebiendo cerveza. Sin duda pronto habrá otro niño, pues he de reconocer que se trata de un hombre apuesto y viril. Y debo soportarle, ya que necesitamos desesperadamente protección, aunque no quiero ni imaginar lo que este caballero me pedirá a cambio…
El dijo… Después de nueve largos meses al servicio del rey, lo único que quería era un poco de
paz… no a cinco princesas vikingas correteando por mi fortaleza. Y la temperamental pelirroja que irrumpió en mi cámara aquella mañana es la peor de todas. Vaya, debería echarla a patadas… pero tengo un plan mucho más perverso y delicioso en mente para Breanne de Stoneheim, un plan que la hará morir de deseo.
La princesa es vikinga...
Y lo único que quiere es refugio para ella y un niño huérfano que huyen de un comandante Sajón que quiere perjudicar al pequeño y mancillar su honor. A su edad, ya no tiene esperanzas de encontrar un marido, ni siquiera un amante, y menos aún ¡al arrogante Lord de las abejas!
El caballero estudia a las abejas...
Y lo que anhela es paz y tranquilidad. John de la Guarida del Halcón ciertamente no está buscando una esposa gruñona y niños malolientes. Como un caballero al servicio del rey, él pasa su preciado tiempo ocupado en sus experimentos de apicultura. Así que cuando una molesta princesa vikinga irrumpe en su castillo con una horda de niños huérfanos hace todo lo posible para deshacerse de ella.
Juntos hicieron miel...
Y descubrieron una atracción sexual que floreció entre ellos a pesar de sus diferencias, y que pronto se convirtió en un amor tan ardiente que ninguno pudo negar.
Ni siquiera el infierno es tan caliente como una princesa desairada!
La Princesa Drifa duda de qué Sidroc Guntersson sea una leyenda viviente, tanto en el campo de batalla como en la cama. Pero el rey de Stoneheim, padre de su voluntariosa hija, lanza un ataque real cuando se entera de la verdadera razón de las atenciones apasionadas del viril vikingo. Sidroc, un tercer hijo, sin esperanza de heredar, debe casarse y está interesado en Drifa sólo por la tierra y el dinero de su padre. El bárbaro tendrá suerte si ella sólo le parte su tonta cabeza con una jarra de cerámica!
Cinco años más tarde, Drifa necesita la protección de Sidroc, en Bizancio, nada menos! pero la venganza es un atractivo más para este hombre al que abandonó dándolo por muerto. Es una lástima que dos enemigos tan perfectos coinciden tan bien a la hora de la pasión. Tanto es así que el audaz Berserker vikingo pronto estará pensando en el matrimonio de nuevo... sólo que esta vez va a ser bajo
sus condiciones!
Próximos libros:
No hay comentarios:
Publicar un comentario