Con alegría, afecto y alguna turbación, Courtney, Sienna y Rachel tienen el placer de invitarlos a la boda más emotiva del año: la de su madre.
Courtney, la inadaptada. Courtney Watson no era tan firme como sus hermanas, pero las superaba en una disciplina: guardar secretos, como la apasionada aventura que mantenía con un productor musical de lo más sexy. La organización de la boda de su madre dejó su vida oculta al descubierto, cambiando la imagen que su familia tenía de ella para siempre.
Sienna, el espíritu libre. Cuando su novio le propuso el matrimonio delante de su madre y sus hermanas -¿dónde se había visto eso?-, Sienna se quedó atónita. Ya había roto dos compromisos matrimoniales. ¿Debía decir «sí» aunque no estuviera segura de querer decirlo?
Rachel, la escéptica. Rachel pensaba que el amor era eterno hasta que se divorció; pero su ex le pidió una segunda oportunidad y, a medida que se acercaba la fecha de la boda de su madre, Rachel empezó a ser consciente de algunas verdades incómodas en lo tocante a la ruptura de su matrimonio. Ahora, tenía que elegir entre su orgullo y su felicidad.
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