El arrogante aristócrata Cesare di Mondave deslumbró a Carla Charteris en cuanto apareció en su vida. El taciturno italiano no tardó mucho en robarle la inocencia y el corazón. Descubrir que nunca podría ser más que su amante fue un golpe devastador para Carla, pero no podía negarse a sí misma una última noche en los brazos de Cesare…
Cuando él descubrió la inesperada consecuencia de ese último encuentro, experimentó un fiero y posesivo deseo. Para reclamar a su heredero era imperativo que Carla aceptase su proposición, pero ella, desafiante, se negó. Cesare debería usar todas sus pecadoras armas de seducción para convencerla…
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