La obstinada princesa de dieciséis años, Venus, de Kelari, quiere una cosa: ser inmortal. Esto es, hasta que alguien la exilia a la Tierra, mata a su irrihunter y se lleva a su familia.
Ahora quiere venganza.
Primero quiere regresar a casa. Pero antes de que pueda regresar a Kelari, los Dioses le han encomendado ayudar a un arrogante chico de nombre Michael a encontrar a su alma gemela.
Sólo que ella no sabe nada sobre el amor.
Con gran rapidez, su inexperiencia con las emociones humanas es opacada por otros asuntos: psicóticos adolescentes controlados por aliens que quieren asesinarla, y un grupo gubernamental que está tratando de capturarla y diseccionarla.
Y lo peor de todo, Venus sufrirá una dolorosa muerte por envenenamiento, gracias a la atmósfera de la tierra, si ella se queda en el planeta más de una semana.
Aún así, Venus es una princesa y tiene un plan. Seguro, con su ayuda, Michael se enamorará de una humana.
Pero el tiempo está corriendo y Michael se está enamorando de la chica equivocada: ella.
Los Mundos los dividió.
La Probabilidad los unió.
Sólo el amor podrá salvarlos.
Venus se ha convertido en inmortal, justo como ella siempre quiso.
En el proceso lastimó a Zaren, perdió a Michael y destruyó a su familia.
Al menos eso es lo que ella creía.
Resulta que Ramien, el dios del inframundo de su planeta, tiene a sus padres, y a Michael.
Para salvarlos, Venus hace un trato.
Ella debe completar tres pruebas.
Parecen imposibles.
Ciertamente no será fácil.
Lo peor de todo, alguien que ama no va a salir vivo.
En la última entrega de la serie Immortal Essence las preguntas son contestadas, las alianzas están destrozadas, y la guerra en Kelari hace estragos entre más que solo familias y países.
Venus debe encontrar una manera de traer paz a su mundo antes de que la guerra encuentre su camino a la Tierra y debe hacerlo sin destruir a la única persona que alguna vez amó realmente.
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