Se volvió adicta a sus caricias y le entregó su corazón
Cuando Rose Harkness, la dueña de la agencia matrimonial Cita con el Destino, se acercó a un equipo de hockey famoso para hacerles una arriesgada propuesta, sabía que estaba poniendo a prueba su capacidad para manejar a los hombres… No tardaría mucho en darse cuenta de que el que más le gustaba del equipo, su dueño, Yuri Kuragin, era un hombre completamente imposible de manejar. El ser rico y guapo le había dado a Yuri los privilegios de una estrella del rock en lo que respectaba a las mujeres, pero Rose se negó a convertirse en una seguidora más a pesar de que su cuerpo se moría por sus expertas caricias.
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