Todo el mundo ama una buena historia de amor. Las historias que te hacen sentir calidez en todas partes. Del tipo que te deja ligeramente celoso porque la historia le pertenece a alguien más y no a ti. Las historias que hacen que tu corazón se acelere y esté borde del dolor y el placer. Dolor porque el corazón te duele y placer porque te duele el corazón. Una combinación poco probable, aun así, de esas cosas está hecho el buen amor.
El nuestro pudo ser así. Podríamos haber tenido una hermosa historia de amor. Pero cuándo él estuvo listo para esa épica historia de amor, yo tuve miedo de enamorarme, demasiado dolida por mi pasado para confiar en alguien. Luego, cuándo yo estuve lista para la épica historia de amor, él se fue.
Y estuve sola.
Y lo único que obtuve fue dolor.
Era momento de decirle las cosas que estaban en mi corazón, pero que tenía tanto miedo de decir en voz alta.
Escribí la carta que necesitaba escribir y recé para que no fuera muy tarde.
Querido Charlie,
Tenías razón. Yo estaba equivocada. Nunca he estado más equivocada en mi vida.
Listo; lo dije.
Lo diré un millón de veces si tan solo vuelves a mí.
Regresa a mí. ¡Por favor!
Estaba muy equivocada. Sí te amo.
Sophie.
Querida Sophie,
Escucho música en tus palabras, una sinfonía en tu risa.
Le diste a mi alma una melodía. Mi corazón ahora late con un ritmo poético.
Y lo único que sé es que necesito escuchar tu canción por el resto de mi vida.
Charlie.
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