El manejo de la ira no es tan malo cuando tu psiquiatra es precioso. Aunque es menos genial cuando terminas encontrándolo muerto en el piso, y a un gigante vestido en armadura, como un maldito guerrero ancestral, parado sobre su cuerpo.
Ares, el Dios de la Guerra, ha perdido su poder, ¿y la única manera para que pueda obtenerlo de vuelta? Yo. Aparentemente, soy una Diosa. Con el poder de la guerra. Quiero decir, eso explica mucho.
Para mi alivio, Joshua, mi psiquiatra y único amigo, no está realmente muerto. Ha sido secuestrado y llevado al Olimpo, el mundo donde se supone que pertenezco. Juro hacer lo que sea necesario para encontrarlo. Pero Ares tiene otros planes para mí. Él quiere mi poder, y la forma más fácil para conseguirlo es matándome.
Cuando Hades sugiere un compromiso, soy forzada a trabajar codo a codo con el gigante y asesino dios guerrero. Uno con demasiado secretos. Ares puede que sea el bruto que todos piensan que es, pero yo no soy un ángel. Él despierta un poder en mí que he fallado en controlar toda mi vida.
Y muy pronto descubro que Joshua no es el único que necesita ser salvado.
Para salvar la vida de mi único amigo, estoy siendo forzada a completar tres Prueba establecidas por los Señores de la Guerra: Dolor, Pánico y Terror. Y tengo que trabajar con el más arrogante, terco y no confiable idiota en el Olimpo para hacerlo. Pero Ares no sólo no me enseñará cómo usar mis poderes, también sigue tratando de robarlos. Y ha cruzado una línea que debería ser imperdonable.
Algo me conecta con el tosco Dios de la Guerra, eso sí. Algo más real de lo que he experimentado nunca en mi vida. Hay más en él de lo que le muestra al mundo, y mientras más peleo a su lado, más dentro de su alma puedo ver. Lo que hace que la traición sea mucho más peor.
Él y mi gata cambiaformas esfinge saben más de lo que me dicen sobre quién soy y de dónde vengo. Y para quedarme en el mundo del Olimpo, un lugar donde cualquier cosa es posible y no soy una marginada, necesito ser capaz de usar mi magia.
A pesar de toda mi determinación en salvar a Joshua y aprender a usar mis poderes, una parte igual de mí necesita entender a Ares. Es una parte de mí que simplemente no puedo apagar. Necesito saber por qué escucho los tambores de la guerra cuando lo miro a los ojos, y por qué llamas danzan en sus irises y mi cuerpo me traiciona completamente cuando él está cerca. Y aún más, necesito saber si él siente lo mismo.
He hecho algunos enemigos en mi tiempo, pero nadie tan poderosa, o rencorosa, como la Diosa del Amor.
La maldición de Afrodita ha convertido a Ares del hombre del que me estaba enamorando a una bestia salvaje, desquiciada por el deseo de sangre y desesperada por robar mi poder.
Y peor aún, todavía nos queda una Prueba que completar para salvar a mi amigo de un demonio rebelde del Inframundo, una Prueba establecida por el espíritu del Terror.
Cuando más veo del Olimpo, más siento que encajo. Tengo un pasado aquí, y sé que Ares me oculta secretos.
¿Es eso suficiente para impedir que el vínculo entre nosotros cobre vida, para detener la necesidad de él que arde en cada nervio de mi cuerpo?
Mientras luchamos contra dioses celosos y deidades hambrientas de poder, criaturas despiadadas y paisajes letales, voy a descubrir hasta qué punto estoy dispuesta a renunciar a esta nueva y feroz pasión por el Dios Guerrero. Voy a descubrir exactamente lo que el verdadero amor puede hacer a una persona, incluso a una tan tosca como yo.
Pero también voy a descubrir lo fuerte que puede romperse un corazón.
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