Mi nombre es Sebastián Lindstrom y soy el villano de esta historia.
He decidido desnudarme. Para decir la verdad por una vez en mi vacía vida, no importa lo oscuro que se ponga. Y puedo asegurarte que se pondrá tan oscuro que te encontrarás sintiendo los rincones ennegrecidos de mi mente, buscando una manija de puerta que no está allí.
No confundas esto con una confesión. No busco el perdón ni lo aceptaría. Mis pecados son míos. Me hacen compañía. En cambio, esta es la verdadera historia de cómo la encontré, cómo la robé y cómo la perdí.
Ella era una damisela, una que ya tenía a su caballero blanco. Pero cada cuento de hadas tiene un villano, alguien esperando entre bastidores para destrozarlo todo. Un sinvergüenza que incendiará el mundo si eso significa que consigue lo que quiere. Ese soy yo.
Yo soy el malo.
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