Nacido en el caos. Bautizado en la cuneta.
Fui criado por las violentas leyes de las calles, derramando sangre sin el impedimento de inútiles emociones o conexiones.
Sin sentimientos. Sin amor. Solo.
Mi vida era perfecta.
Hasta ella.
Mientras estaba en una búsqueda de un misterioso enemigo, un infierno empeñado en quitarme mi negocio y mi vida, encontré a Mickey. Está cubierta de lodo, murmurando cosas sin sentido y claramente fuera de sí.
Ella también es una distracción que no necesito.
Eso es hasta que descubro una conexión entre la chica y mi enemigo.
Mickey ya no es una distracción.
Es el arma perfecta.
Una que usaré para exigir mi venganza.
El plan es fácil, pero hay algo en Mickey que lo hace cada vez más difícil.
Una familiaridad que no puedo ubicar. Una necesidad que no puedo explicar. Un deseo que tengo que negar.
Después de todo, no es mía para quedármela. Es mía para sacrificarla.
Nacido en el infierno. Bautizado por la traición.
Su vida gira en torno a la violencia. Mi vida está en juego.
Estoy atrapada tanto física como emocionalmente. Un peón en un juego que no sabía que estaba jugando.
Hasta que lo conocí.
Pike actúa sin emoción, pero sé que siente algo por mí. Lo veo en sus ojos cuando me mira. Lo siento cuando está cerca.
Sé que es real porque yo también lo siento.
Lujuria. Deseo. Lo complica todo.
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