Annith ha visto a sus dotadas hermanas del convento ir y venir, llevando a cabo sus asuntos oscuros en el nombre de San Mortain, esperando pacientemente su propio turno para servir a la Muerte, pero sus peores temores se hacen realidad cuando descubre que la abadesa la está preparando como una Vidente, para permanecer por siempre secuestrada en el vientre de roca y piedra del convento.
Sintiéndose profundamente traicionada, Annith decide atacar por su cuenta.
Ha pasado su vida entera entrenando para ser una asesina. Solo porque el convento ha cambiado de opinión no significa que ella también.
Éste y los demás aquí
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