Brady…
¿Qué demonios sé acerca de criar un bebé? Nada. Ni una maldita cosa.
Sin embargo, aquí estoy, el único guardián de mi sobrina. Estaría perdido si no fuera por Katherine, la hermosa chica que parece tener todas las
respuestas. Katherine, quien lentamente ha encontrado su camino hacia mi cínico corazón.
Sigo recordándome que no puedo enamorarme de alguien cuando no tenemos un futuro. Pero decirme esta mentira y creerla son dos cosas diferentes.
Katherine…
Cuando Brady aparece montado en una Harley, luciendo como un ángel vengador —un metro noventa de músculo cincelado, ojos del color de la salvia, y piel bronceada adornada con tatuajes— no estoy segura si caer a sus pies o salir corriendo. Porque si le cuento lo que pasó la noche en que murió su familia, él me odiaría.
Pero no tomo en consideración las noches que pasamos juntos tratando de olvidar la angustia que nos trajo hasta aquí. Le prometo que no significará nada, que no me enamoraré.
No debería hacer promesas que no puedo cumplir.
Tori…
Para que conste, no me voy a acostar con mi jefe.
Soy un montón de cosas: una desilusión, un caso sin remedio, una fracasada. Pero cuando tomo un trabajo de niñera para estar cerca de mi hermana embarazada, me juro a mí misma que iré por el
buen camino, lo que significa que no puedo enamorarme de mi increíblemente caliente jefe.
No quiero ser tentada por ese fuerte ranchero. Por sus músculos cincelados o por su encanto sureño o por la forma en que acurruca a sus hijos a la hora de dormir. Ethan Carter no obtendrá la llave de mi corazón, no importa cuánto lo quiera.
Ethan…
Entre nosotros, ella es lo último que necesito para finalizar mi maldito divorcio.
¿Qué hombre sensato tratando de reconstruir su vida quiere una niñera caliente con cabello largo y sexy, curvas peligrosas y una boca inteligente? Una boca perfectamente besable y labios sensuales que no debería notar.
Mi atención se centra en mis hijos y mi rancho, no en la insoportable sirena que duerme en la habitación contigua a la mía. No importa que ella se gane a mis hijos en un abrir y cerrar de ojos o que organice mi vida mejor que yo. Tori Duran es la única mujer que no puedo tener y que no debería querer, sin importar cuánto la anhele.
Próximo libro:
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