Es un emparejamiento hecho en el cielo… ¿o no?
Pero mientras yo sepa lo que está en juego… que el corazón de Jonathan siempre pertenecerá a otra persona, y que lo que tenemos no es más que un simple arreglo entre dos personas rotas, le enseñaré todo lo que sé.
Mi sumisión a su dominación.
Sin ataduras. Sin compromisos.
Ambos obtendremos lo que necesitamos el uno del otro… hasta el día en que él no lo haga…
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