Era lo último que deseaba, pero el multimillonario griego Ares Kourakis iba a ser padre. Estaba dispuesto a cumplir con su deber y a mantener a Ruby a su lado, incluso a casarse con ella. Lo único que podía ofrecerle era una intensa pasión y una gran fortuna, ¿era suficiente para que Ruby accediera a subir al altar?
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