La altura de conseguir hacer la fiesta de Navidad era una cosa, pero Ella nunca podría haberse preparado para lo que se sentiría tener las manos de su jefe sobre ella. Ahora, aunque su cabeza le está diciendo que hizo lo correcto al resistirse a él, su cuerpo está diciéndole que ha hecho un gran error.
Y Will Abbott no podría estar más de acuerdo.
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