Los Garrett son todo lo que no son los Redd: ruidosos, desordenados y cariñosos. Y cada día, desde el balcón de su habitación, Samantha Reed sueña con ser una de ellos… hasta que una tarde de verano, Jase Garrett se cuela por su ventana y eso lo cambia todo. Ambos se enamoran; tropiezan con la timidez y lo maravilloso del primer amor.
La familia de Jase acoge muy bien a Samantha. Pero entonces sucede lo inimaginable y el mundo de Samantha se vuelve patas arriba.
Ahora tiene que enfrentarse a una decisión imposible. Guardar un secreto que arruinará a los Garrett o confesar la verdad y acabar con la carrera de su madre. ¿Podrá salvar a las dos familias? ¿O ha llegado el momento de que se salve a sí misma?
Tim Mason es el género de chaval capaz de dar con el mueble bar con los ojos cerrados, transformarse en aspirante a un trasplante de hígado o bien estrellar su vehículo contra una casa. En cambio, Alice Garret no es exactamente la muchacha que se proponga salir con el desastre de amigo de su hermano, eso para comenzar.
Para Tim, enamorarse de Alice no sería lo más recomendable.
Para Alice, nada podría darle más temor que enamorarse de Tim.
No obstante, ¿desde en qué momento ha escogido Tim lo que más le resulta conveniente? Y Alice comienza a proponerse a si misma que, quizás, hacer lo «más conveniente» es posible que no sea siempre y en todo momento lo mejor. Lo propio va a ser, más que un encuentro, un encontronazo.
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