El arte de la esgrima, como el arte del amor, requería ciertas habilidades?
El vizconde Amersham sabía que en el arte de la esgrima había tres cosas importantes:
1. Saber anticiparse a los movimientos del contrincante y empujarlo a colocarse en la posición exacta que uno deseaba.
2. Estar completamente sincronizado con el cuerpo del contrario.
3. Dedicarse por entero a su práctica, sin concederle importancia a las horas que fuera necesario aguantar.
Él había ido a París a perfeccionar su habilidad con la espada. Sin embargo ignoraba que su adversario, aquel profesor con tanto temperamento, era en realidad Alyssandra Leodegrance. A medida que sus encuentros amorosos los conducían hacia una abrasadora sensualidad, era cada vez más difícil saber quién iba a resultar vencedor cuando se enfrentaban en sus combates con la espada?
¿Un libertino en busca de emociones?
Archer Crawford había ido a Siena para competir en su famosa carrera de caballos, en la que solo se atrevían a participar los más temerarios. Sin embargo, durante la primera noche de su estancia en la ciudad, conoció a Elisabeta di Nofri, una joven aristócrata cuyo anhelo de emociones era comparable solo al suyo propio.
Una mujer que deseaba más?
Elisabeta estaba decidida a saborear la libertad por última vez, antes de contraer matrimonio por obligación. Sin embargo, una noche de salvaje pasión no fue suficiente?
Todos los jugadores tenían una suerte parecida.
Cuando Nolan Gray entró en una partida de altas apuestas en Venecia, enfrentado a un adversario implacable, supo que iba a necesitar algo más que suerte. No podía empezar a perder en aquel momento. ¡Sobre todo, porque la virginidad de la deslumbrante Gianna Minotti estaba en juego!
El destino le sonrió, y Nolan ganó la partida. Sin embargo, marcharse en una góndola con Gianna y no poder cobrar su apuesta puso a Nolan al límite. ¿Podría ayudar a Gianna a conseguir su libertad, cuando lo que quería en realidad era quedársela para sí mismo?
Para Brennan Carr, el Gran Tour fue la manera perfecta de sustituir los recuerdos de un ambiente familiar difícil con escandalosas aventuras. Sin embargo, al descubrir que sus anfitriones griegos querían casarlo, tuvo que demostrar que no estaba preparado para sentar la cabeza… ¡y menos tan rápidamente! ¿Podía ser una aventura con la viuda Patra Tspiras una deliciosa solución para su problema?
Patra había aprendido, de la manera más dura, a no confiar en nadie. Sin embargo, con sus artes de libertino, Brennan consiguió enamorarla a la primera…
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