Fletcher no es más que un aprendiz de herrero, hasta que un día descubre que tiene el poder de invocar a demonios de otro mundo. Expulsado de su pueblo viajará hasta la Academia Vocans, donde aprenderá el arte de la invocación. Pronto se encontrará en medio de fuerzas poderosas con un único amigo para ayudarle, su demonio Ignatius. Cuando todo el mundo ha movido sus fichas del juego, deberá decidir de qué bando está. El destino de un imperio está en sus manos…
Acusado de un crimen que no ha cometido, Fletcher será juzgado por la Inquisición, una poderosa institución dirigida por aquellos que lo darían todo por verle sufrir y en la que Fletcher deberá enfrentarse a los fantasmas de sus orígenes… Pero nuestro protagonista no tiene tiempo de preocuparse de estas nuevas revelaciones, pues el rey ha anunciado un desafío mortal para los estudiantes graduados de Vocans. Un desafío que supone entrar en territorio de los orcos para conseguir superarlo. Junto a sus fieles demonios, plebeyos y nobles, enanos y elfos deben superar las barreras de clase y raza y trabajar juntos para poder vencer. La recompensa: una fortuna en oro, la seguridad del imperio y la PAZ.
La habilidad de un joven para invocar demonios cambiará el destino de un imperio…
Tras el apasionante final de La leyenda del hechicero. El guerrero, que dejó sin aliento y con miles de incógnitas a sus lectores, nos reencontramos con Fletcher y sus amigos en el éter. Allí deberán emprender una búsqueda extremadamente peligrosa y mortal, mientras intentan evitar ser capturados por sus enemigos, cada vez más terroríficos. Pero esto no es nada comparado con lo que realmente le espera a Fletcher, ya que su némesis, Khan, el orco albino, está dispuesto a todo para destruir Hominum y todo aquello que Fletcher quiere.
Un desenlace lleno de batallas épicas, secretos y revelaciones…
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