Conozco todo sobre su tipo.
Rico. Listo.
Poderoso. Listo. Listo.
Nixon Caldwell es caliente como el infierno e igual de titulado. Vive en un lujoso ático en Las Vegas sobre su igualmente lujoso casino. He vivido en un tráiler dilapidado de los años setenta durante demasiado tiempo como para tenerle paciencia a playboys multimillonarios que piensan que pueden tener todo lo que quieren, cuando sea que lo quieran. Él representa todo hacia lo cual estoy en contra. Razón por la cual mi obsesión con él tiene cero sentido. Nada sobre él me resulta atractivo.
Nada.
Excepto la amabilidad acechando debajo de la capa exterior revestida de Armani. Hay un misterio allí que anhelo explorar. Así que cuando se ofrece a ayudarnos a mí y a mi hermano adicto al juego a levantarnos de las cenizas de nuestras pobres existencias, me aferro al anillo de bronce con ambas manos. No me lleva mucho tiempo darme cuenta de que solo lo está haciendo para poder controlarme. Quiere poseerme, al igual que cualquier otro bastardo rico dentro de esta brillante ciudad que consume el alma de una persona junto con su efectivo.
Nixon Caldwell necesita aprender una lección. No soy el tipo de chica que puede comprar y vender. Pero su recién descubierta ternura y vulnerabilidad despiertan mis sentimientos hasta que mis sólidos muros se desmoronan y le permito entrar. Mi historia de Cenicienta se desarrolla frente a mis ojos. Y soy feliz.
Más feliz de lo que he sido desde que mis padres murieron en un horrible accidente automovilístico.
Hasta que un vicioso sociópata y un inquietante secreto del pasado amenazan con destruir cada cosa por la cual he vendido mi alma para poseer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario