Querido Arrow,
No debería estar escribiendo esto.
No es que vaya a enviarte esta carta y hay un millón de razones para ello.
Primero, me enviaron a la escuela St. Mary's para adolescentes problemáticos —un reformatorio sólo para chicas— como castigo por un crimen insignificante, totalmente intrascendente. No por comerme con los ojos al hijo de la directora por el campus.
En segundo lugar, eres un idiota gigante. Eres arrogante, temperamental y tan frío. A veces pienso que ni siquiera deberías gustarme.
Pero extrañamente tu frialdad me prende fuego.
La forma en que tu atlético cuerpo se mueve en el campo de fútbol y la forma en que tus poderosos muslos se extienden por esa motocicleta tuya, me deja inapropiadamente sin aliento.
Pero esa no es la peor parte.
La peor parte es que tú, Arrow Carlisle, no sólo eres el hijo sexy de la directora. También eres el amor de la vida de mi hermana.
Y no debería estar pensando en el novio de mi hermana o más bien en su prometido (escuché una conversación sobre el anillo que no debería.)
Ahora, si pudiera dejar de escribirte esas cartas sin sentido que nunca enviaré y que tú nunca leerás...
Nunca tuya,
Salem
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