Una maldición puede borrarla de su mente, pero nunca de su corazón.
Después de tres años en guerra, el Gran Señor del Bosque regresa a sus tierras, un victorioso líder lobo intenta reclamar a su pareja. En cambio Ciar encuentra una cama vacía y una corte sin ningún recuerdo de la mujer que amaba. Seguir su largo rastro frio resulta mucho más fácil de enfrentar que a lo que le espera al final.
El primer instinto de Sabine es rogarle a su amado a que se marche. La madre del Gran Señor contrató a una bruja para maldecir a Sabine, desesperada por borrar al lobo de baja cuna de la memoria de su hijo. Pero el hechizo funcionó demasiado bien, y Sabine se esfumo de los pensamientos de cualquiera que la vea. Incluyendo su propia familia.
La agudeza de su memoria ya borrosa, Ciar y Sabine deben de apurarse en encontrar una manera para dar marcha atrás al hechizo. Sin embargo cada abrasador momento juntos no es suficiente para detener el inexorable progreso de la maldición. Su única oportunidad es unir a Sabine fuertemente a él para no ser olvidada, antes de que ella desaparezca de una vez por todas.
Después de tres años de guerra, Ennon soporta la carga de ver al vasto ejército del Gran Señor en casa. Mantener miles de fieros leones en línea no es fácil. Cuando sus solados descubren a una hermosa, mujer de la realeza escondida debajo de un hechizo de espejismo, el atractivo de su herencia amenaza el orden de su campamento.
Los hombres de su familia protegían a Kisri, hasta que la guerra se los robó lejos. Cansada de defenderse ella misma de pretendientes codiciosos, ella está en busca de su único pariente varón que queda. En cambio ella encuentra a Ennon, el guerrero más peligroso de su primo. Quizás el único hombre en el reino que no tiene interés en reclamar su derecho de nacimiento. Lo cual le hace único… y tentador.
Entregarla al lado de su Gran señor—manteniendo su distancia—es el único deber de Ennon. Sin embargo los incultos avances de Kisri agrietan su formidable resistencia. Y ella prueba ser una estudiante peligrosamente experta. Especialmente cuando su pasión despierta una magia más allá de su control…
Después de tres años de guerra, solo el Primer Señor de la Guerra del Bosque se enfrenta a la paz recién ganada con temor, una maldición asegura que los lobos de la línea familiar de Farran son aptos solo para la violencia. Al negarse un enemigo, preferiría volver solo a su control remoto y volver esa ira inevitable hacia adentro. Desafortunadamente, está el pequeño asunto de la novia que tomó en un momento de locura. Iloria es una dama de buena crianza, entrenada desde la infancia para ser la esposa del Gran Lord. En cambio, ella se encuentra casada con un brutal comandante, un hombre que ofreció amabilidad en su momento más débil. Está más que dispuesta a convertir sus sueños en construir una vida con Farran pero su nuevo esposo parece reacio a hablarle y mucho menos a acostarse con ella. El castillo aislado de Farran le ofrece poco respiro de la tentación de los afectos obstinados de Iloria. Cada encuentro con sus fichas le quita el control de sí mismo, algo peligroso para un hombre maldito. Si la lleva a su cama, no se detendrá hasta que se haya emparejado con su novia virgen... pero si no logra consumar su unión, corre el riesgo de perder a la única persona que lo ha hecho sentir más que una bestia.
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