La joven Georgiana Knight lleva su nombre con orgullo. También heredó algo más de su tía, la notoria duquesa de Hawkscliffe que, con sus amoríos, escandalizó a toda la alta sociedad. Georgiana siente su misma pasión por la vida y rechazo a las convenciones; si tiene que amar, si tiene que casarse, lo hará libremente y solo con el hombre que la trate como a su igual. Sin embargo, duda que pueda encontrarlo en el reducido círculo en el que ha nacido y se ha criado: el de la clase dirigente inglesa en la «tierra de las especias», la India. Hasta que una fragata llega a Calcuta y entre sus pasajeros desciende Ian Prescott, un diplomático con una importante misión secreta.
Al ser el hijo menor, el único camino hacia la fortuna que le queda a Derek Knight es el ejército. Pero su mayor distracción, mientras consigue fondos para la campaña en la India, son las citas clandestinas con las damas de la alta sociedad londinense, que caen rendidas ante este apuesto soldado, maestro en las artes orientales de la seducción. Todo cambia en un baile de máscaras, cuando se tropieza con Lily Balfour.
Lily, que jamás ha creído en el amor, ha llegado a Londres con un único objetivo: si quiere salvar el patrimonio y el honor de la familia, debe cazar a un marido complaciente y adinerado. Claro, no debería fantasear con Derek, el tipo de hombre que no necesita: indómito, aventurero, soñador... y sin un penique.
¿El amor o el deber? Un eterno dilema.
Lord Gabriel Knight se ha recuperado de las heridas que casi le costaron la vida en la India, pero todavía no ha conseguido sanar las que atormentan su alma. Ha renunciado a sus riquezas, a los honores militares, a los placeres mundanos y se ha refugiado en una aislada granja de la campiña inglesa donde espera recobrar la paz, dar un nuevo sentido a su vida y olvidar su pasado como oficial de caballería.
Por eso, se enfurece cuando descubre a una joven cíngara llamada Sofía dormida en el granero. ¿Acaso la ha enviado su hermano para hacerle olvidar su soledad? Ciertamente es una joven muy atractiva, pero no está dispuesto a romper sus votos tan fácilmente.
¿Podrá la exótica Sofía fundir el corazón del hombre al que todos llamaban «el comandante de hierro»?
Tras el disfraz de una cíngara puede ocultarse una auténtica princesa.
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