El Silencio de los dioses
“Guardaos de perturbar el descanso de los dioses con vuestras iniquidades, pues su silencio es vuestra salvación. Así pues, no oséis impartir la justicia divina sobre vuestros semejantes, pues aquellos que miran desde lo alto hablarán palabras que os llenarán de temor. Y entonces su poder caerá sobre vosotros y arderéis eternamente en los fuegos de Mynthos, la Morada de los Inmortales”.
En las tierras de Móstur, la Orden Helvatia se erige como protector del culto a Athmer, dios de la luz. Sin embargo, se acercan tiempos sombríos en los que la amenaza de la guerra y la sublevación de los nobles pone en peligro la estabilidad de la capital y sus dominios.
Hay quienes pretenden acabar con el reinado de los dioses, que parecen haber permanecido demasiado tiempo callados. Sin embargo, su silencio es lo único que ha mantenido a los hombres en una paz tan frágil como moribunda. Los Inmortales parecen ahora dispuestos a hablar, y sus palabras tal vez no sean de amor o compasión.
Canción nocturna de Muerte
La tierra de los leryones se prepara para vivir el tiempo de la venganza. Mientras tanto en Móstur, los gobernantes parecen incapaces de contener los problemas que amenazan el reino. Y desde el norte, el peligro se adivina bajo la forma alada de un dragón. Los dioses parecen estar a punto de hablar, y muy pronto su inevitable sentencia caerá sobre los hombres. La muerte acecha en la oscuridad, y la caída de la noche trae consigo un imborrable rastro de sangre.
Las Sombras de Mynthos
La ciudad de Móstur se ha convertido en un lugar peligroso para aquellos que no abrazan la fe de Athmer. Los enemigos de los helvatios se multiplican dentro y fuera de sus muros. Leryon pretende buscar aliados en el reino nybnio, para asegurar la victoria final en unas tierras sumidas en el caos. Ajenos a los ecos de guerra, Zen Varion y sus acompañantes prosiguen la peligrosa búsqueda que les conducirá a Mynthos, la arcana tierra de los dioses.
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