Cuando Tiffany buscaba su primer trabajo como profesora, no podía imaginar que acabaría dando clase a los reclusos de la prisión de Westmoore Fields. Ni que uno de ellos sería Jackson Higgins, con toda la leyenda negra que acarrea a sus espaldas.
Jackson tampoco podía imaginar que aquellas clases a las que solo acudía para obtener beneficios penitenciarios le darían un vuelco a su vida casi tan grande como el que había sufrido siete años atrás, cuando había dado con sus huesos en la cárcel.
¿Qué ocurrirá cuando la apacible vida de Tiffany choque de frente con la mirada de acero de Jackson?
Dylan lleva demasiado tiempo siendo alguien que no quiere ser. Que no merece ser. Lleva demasiado tiempo con el peso de la culpabilidad sobre sus hombros, y ya no sabe qué más hacer para solucionarlo. Hasta que decide romper con todo e iniciar una nueva vida en la que ni sus errores del pasado, ni el dolor que provocó ni su fortuna familiar sean un lastre para ser feliz.
Lily tiene muy claros sus ideales. Huyó de una infancia dura y es feliz en Nueva York, pero no consigue encontrar al hombre perfecto que cumpla con los tres requisitos que son fundamentales para que ella se enamore: que no sea rico, que odie las drogas y que no mienta. Jamás.
¿Qué será de ellos cuando sus caminos se crucen, los instintos se impongan y los secretos e ideales se olviden, perdidos en unos sentimientos arrolladores?
A Cole le gusta su vida. Su perfectamente planificada, estructurada y cuadriculada vida. No le gustan los sobresaltos. Ni las sorpresas. Ni que algo altere una rutina en la que es feliz… O eso cree.
A Sherry también le gustaba su vida. En el rancho, junto a Joey, cuidando de sus dos hijos mellizos. Hasta que un accidente lo rompe todo por la mitad: pierde a su marido, su salud y su casa, y sus hijos se convierten en su única razón para vivir… Nunca volverá a sonreír. O eso cree.
Sherry tiene que rehacerse en Nueva York. Lejos del lugar donde fue feliz. Lejos de todo lo que conoce. En el apartamento de un hombre al que no le gusta que sus rutinas se vean alteradas por la presencia de una mujer y dos niños inesperados… O eso cree.
Hace un año que Ben echó a Alison de su vida y no ha conseguido olvidarla. No ha conseguido dejar de pensar en ella ni un solo día. Y sus hermanos ya no saben qué hacer para que vuelva a ser el chico alegre que era cuando estaba con ella. Él tampoco tiene ni idea, la verdad.
Hace un año que Alison regresó a su hogar en Texas porque Nueva York le dolía demasiado. Porque allí había conocido el amor más puro, el más bonito, el que podía cambiarle la vida a una persona. Pero Ben la había dejado. Y ella, un año después, ni siquiera conocía la razón.
Podría ser el destino el que hiciera que volvieran a encontrarse, pero no será así. Será el dolor. Y en el peor momento de su vida, el más lleno de dudas e incertidumbre, Ben tendrá que decidir si prefiere seguir sobreviviendo con los sentimientos anestesiados por el miedo a perderlo todo… o lanzarse a vivir.
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