Había una vez un chico, y yo lo amaba.
Logan Francis Silverstone era todo lo opuesto a mí. Yo bailaba mientras él se quedaba quieto. Era callado, y yo siempre hablaba demasiado. Se esforzaba por hallar una sonrisa mientras yo me negaba a fruncir el ceño.
La noche en que vi la oscuridad que realmente vivía en él, no pude ignorarlo.
Estábamos rotos, pero de alguna manera nos completabamos. Nos equivocábamos juntos, pero siempre teníamos la razón. Estábamos en las estrellas que ardían en el cielo nocturno, buscando un deseo, pidiendo por un mejor mañana.
Hasta el día en que lo perdí. Se deshizo de nosotros con una precipitada decisión, una decisión que nos cambió para siempre.
Había una vez un chico, y yo lo amaba.
Y por unas cuantas respiraciones, algunos susurros, unos pocos momentos, creo que él también me amó a mi.
Este y los demás aqui
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