Soy la mujer por la que los hombres pagan miles de dólares para dormir. Hago lo que amo y lo hago muy bien.
Luego él entra y ofrece treinta mil dólares. Quiere hablar. Y besar. Y llevarme a casa.
En una sola noche, este hombre lo pone todo al revés y me hace romper todas las reglas por las que he vivido para mantener a los hombres a distancia. Estoy a punto de aprender algunas lecciones de la manera más difícil.
No burlarse de él. No ponerle límites. Y no creas que puedes elegir a quién amas.
Éste y los demás aquí
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