Construyó paredes impenetrables alrededor de su corazón.
La Peste Negra no mostró piedad cuando tomó a la bella y joven esposa de Rowan Graham. Con su clan casi diezmado, su corazón destrozado, debe criar a su hija recién nacida solo. Rowan intenta cumplir las promesas que le hizo a Kate en su lecho de muerte, salvo por una: no puede entregar su corazón a otra.
Ella ha construido muros a su alrededor
Lady Arline se ve obligada a otro matrimonio arreglado, sin amor. Detrás de la buena apariencia de Garrick Blackthorn se encuentra un hombre cruel y vengativo. Ella no quiere nada más que terminar su matrimonio para poder obtener la libertad que anhelaba.
El destino derribará esos muros
Justo antes de que su matrimonio llegue a un final amargo y feo, su cruel esposo secuestra a una dulce niña inocente. Arline no se da cuenta de que la niño pertenece a un hombre de su pasado, un hombre que ha perseguido sus sueños durante más de siete años, hasta la noche en que viene a rescatar a su hija. Rowan Graham se sorprende al saber que la esposa de su enemigo es una mujer que conoció, pero durante unos breves momentos siete años antes, cuando la oscuridad había caído en Escocia. La misma mujer que ayudó a asegurar la libertad de su padre adoptivo y su hermano y arriesgó su vida para cuidar a su hija.
El destino los une ... pero otros están decididos a separarlos.
No puede haber luz sin oscuridad, ni esperanza sin desesperación, ni amor
sin corazones rotos…
Algunas cicatrices no pueden verse.
Cuando el apuesto Frederick Mackintosh pide la mano de Aggie McLaren en matrimonio, ella está segura que es avaricia o locura lo que lo motiva. Además de tierras y una oportunidad de ser jefe, ella cree que no tiene nada más que ofrecer. Pronto descubre que no puede haber nada más alejado de la verdad. La
esperanza que ella creía haber perdido muchos años atrás, vuelve a florecer con la amabilidad de su esposo, su honor y su fiera determinación para lograr que su matrimonio y que su clan sean un éxito.
Algunas veces, la perfección es imperfecta.
Aggie McLaren no es la esposa perfecta para Frederick Mackintosh. Ella no es estudiosa, ni vivaz, ni voluptuosa. Pequeña, tímida evincapaz de hablar, es su
sonrisa la que gana su corazón, y la oportunidad de ser jefe de su propio clan lo que lo impulsa a pedir su mano en matrimonio. Frederick hará todo lo que tenga que hacer para volver a verla sonreír y para ayudarla a encontrar su propia voz.
¿El amor y la devoción serán suficientes cuando las oscuras fuerzas del pasado amenacen con destruir todo lo que han comenzado a construir?
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