EL REY DE HIERRO,
primer tomo del ciclo, tiene por figura central al rey Felipe el Hermoso, quién está decidido a luchar contra el enorme poder acumulado por la orden de los caballeros Templarios. Felipe fue un monarca implacable, pero cuya voluntad estaba guiada por su deseo de lograr la unidad nacional.
Tráiler de la Película
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A Felipe el Hermoso le sucedía en el trono de Francia Luis X, principe de débil carácter y pobre inteligencia, cuya esposa Margarita de Borgoña estaba encarcelada, acusada de adulterio. Dos grupos antagónicos se disputaran el poder en una lucha sin cuartel, mientras el pueblo espera un nuevo papa y se ve acosado por la miseria.
Los venenos de la Corona resucita, casi día a día, los conflictos, odios, intrigas y crímenes que plagaron el reinado de dieciocho meses de Luis X.
Por primera vez desde hace trescientos años, un rey de Francia desaparece sin dejar un heredero varón. La corona puede ir a la cabeza de una niña de cinco años, sospechosa de bastardía, hija del primer matrimonio de Luis X con Margarita de Borgoña. También puede ser destinada al hijo que espera la segunda esposa del rey fallecido, Clemencia de Hungría.
Felipe V el Largo muere sin haber llegado a los treinta años de edad y, como su hermano Luis X, no deja descendencia masculina. El tercer hijo del Rey de Hierro, el débil Carlos IV sucede a Felipe V. Durante su reinado, Francia será gobernada por representantes de la alta nobleza, Carlos de Valois y Roberto de Artois.
Con la muerte de Carlos IV se extingue la dinastía de los Capetos. El ascenso de los Valois al trono francés desatará la guerra de los Cien Años... La semilla del descomunal enfrentamiento ha caído en la tierra fértil de las rivalidades económicas, las ambiciones personales, los embrollos jurídicos y los resentimientos históricos.
El país se ve desgarrado por luchas entre clanes y fracciones, Inglaterra pretende dominar todo el territorio francés, la inflación es galopante, los impuestos aplastan a la población, la Iglesia atraviesa una profunda crisis dogmática y moral, la peste asuela el país y el rey acumula error tras error. Los acontecimientos se siguen a través de la óptica de un gran personaje de la época, el cardenal Talleyrand-Périgord, quien además de fiel y agudo testigo, es también un protagonista esencial en todos los sucesos que se narran.
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