Un pequeño pueblo. Un vecino digno de desmayo. Una segunda oportunidad para amar.
Old Pine Cove es el único lugar en el mundo al que Suzie juró que nunca volvería, pero luego su jefe le pide que administre una de sus librerías de allí. Como es solo temporal, ella está de acuerdo. Además, ¿qué podría salir mal? Dios, qué ingenua de su parte.
Alex Denverton abriendo la puerta con esa mirada ardiente, eso es lo que podría salir mal. Han pasado diez años desde que ella rompiera su coche y su corazón. ¿Cómo se supone que debe concentrarse en el trabajo sabiendo que él está justo al lado? ¿Y por qué ella incluso estuvo de acuerdo en organizar la caminata anual de invierno con él?
Sin embargo, una cosa es segura. Si Suzie quiere tener una Navidad mágica, no puede pedirle a Santa que lo haga posible. Depende de ella decidir: ir a lo grande o irse a casa.
Odiar al tipo que arruinó su confianza sería mucho más fácil si no fuera tan sexy.
Para Addy la vida en un pueblo pequeño es perfecta. Está a punto de expandir su posada con diez nuevas habitaciones y un zoológico de mascotas, y está ayudando al hijo del alcalde a organizar su boda. Si solo su pato mascota dejara de escaparse todo el tiempo, sus días serían una brisa absoluta. Pero luego, Justin Miller aparece en el mostrador de facturación de Addy. El tipo pasó de ser un semental de pueblo pequeño a ser actor principal en una serie popular, y se está comportando exactamente como la celebridad que es. Sonrisas petulantes, hoyuelos para morirse y hordas de mujeres persiguiéndolo por toda la ciudad. Addy no tiene intención de dejarlo entrar en su vida nuevamente, no después de lo que sucedió en secundaria. Entonces, ¿qué pasa si sigue intentando demostrar que ha cambiado? Ninguna cantidad de viajes en helicóptero y salidas íntimas cambiarán la verdad: Justin Miller no es más que un problema.
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