Una ciudad perdida.
Un cazador de dioses.
Un joven bibliotecario.
Una guerra divina.
Una búsqueda.
Un viaje.
Un sueño.
Dicen que el sueño escoge al soñador, y Lazlo Strange siempre ha temido que su sueño hubiera elegido mal.
Lazlo es un huérfano de guerra que ha terminado siendo ayudante de bibliotecario. Su sueño recurrente está ligado con la legendaria ciudad de Weep, que le obsesiona desde que era apenas un niño.
Cuando se encuentra con Godslayer y su grupo de guerreros legendarios, Lazlo decide emprender un viaje que le llevará a recorrer más de medio mundo en busca de la ciudad perdida y la diosa azul que lo visitan cada noche.
Hay demasiadas incógnitas que desvelar: ¿estarán las respuestas en Weep?
Sus pesadillas eran tan vívidas que casi podía respirarlas. Ningún horror escapaba a su experiencia, ya nada la sorprendía, pero... cuán equivocada estaba.
En el despertar de la tragedia, ni Lazlo ni Sarai son quienes solían ser. Uno, deidad; el otro, fantasma: ambos luchan por comprender el alcance de los límites propios de su condición, que antes desconocían, pues la mente oscura de Minya los mantiene rehenes, en su intento de venganza contra Weep. Lazlo se enfrenta a una decisión impensable: ¿salvar a la mujer que ama, o al resto del mundo? Mientras tanto, Sarai se siente más indefensa que nunca. Pero ¿en verdad lo está? A veces, sólo la más terrible necesidad puede enseñarnos la magnitud de nuestra propia fortaleza, y Sarai, la musa de las pesadillas, aún no ha descubierto de qué es capaz.
Mientras humanos y engendros divinos se tambalean tras la caída de la ciudadela, un nuevo enemigo echa por tierra sus frágiles esperanzas, y los misterios de los mesarthim recobran su vigencia: ¿de dónde han venido los dioses y por qué motivo? ¿Qué pasó con los miles de niños nacidos en el cunero de la ciudadela? Y lo más importante de todo: a medida que las puertas olvidadas se abren y se revelan nuevos mundos: ¿deben los héroes acabar necesariamente con los monstruos o es posible salvarlos?
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