Callypso Lillis es una sirena con un gran problema, uno que se extiende por su brazo y se adentra en su pasado. Durante los últimos siete años ha estado recolectando un brazalete de perlas negras en su muñeca, pagarés mágicos por los favores que ha recibido. Solo la muerte o el pago cumplirán las obligaciones. Solo entonces desaparecerán las perlas.
Todo el mundo sabe que si necesitas un favor, vas donde el Negociador para que ocurra. Es un hombre que puede conseguirte lo que quieras... a un precio. Y todos saben que, tarde o temprano, siempre cobra.
Pero para uno de sus clientes, nunca ha pedido el pago. No hasta ahora. Cuando Callie encuentra al rey fae de la noche en su habitación, por la sonrisa en sus labios y el brillo en sus ojos, sabe que las cosas están a punto de cambiar. Al principio es solo un beso casto... el valor de una sola perla, y la promesa de más.
Para el Negociador, es más que una cuestión de reavivar un viejo romance. Algo está sucediendo en el Otro Mundo. Los guerreros Fae están desapareciendo uno por uno. Solo las mujeres son devueltas, cada una en un ataúd de cristal, niños aferrados a sus pechos. Y luego están los susurros entre los esclavos, susurros de un mal que ha sido despertado.
Si el Negociador tiene alguna esperanza de salvar a su gente, necesitará la ayuda de la sirena que rechazó hace mucho tiempo. Solo que su enemigo tiene gusto por las criaturas exóticas, y Callie es simplemente una de ellas.
La sirena y alma gemela del Rey de la Noche, Callypso Lillis, sobrevivió a las garras de Karnon, el rey loco y su retorcida prisión. Pero la pesadilla no ha terminado. Callie usa los recuerdos físicos de su tiempo como cautiva, y una gran cantidad de evidencias sugieren que el Ladrón de Almas aún está ahí afuera.
Cuando una celebración fae lleva a Callie y a su compañero Desmond Flynn al reino de Flora, llevan su investigación con ellos. Pero bajo las brillantes luces y las llamativas floraciones del reino, descubren que hay asuntos más urgentes con los que lidiar. Ningún lugar es más salvajemente único que los grandes salones faes, y ninguna cantidad de tratos podrán salvar a Callie de las intrigas de la realeza.
Las hadas juegan peligrosamente. Algunos quieren amor, otros venganza, algunos carne, y otros cosas imposibles de pronunciar. Sin embargo, hay una cosa segura: nadie es quien parece ser. Ni siquiera Des, quién se vuelve cada vez más enigmático con cada secreto.
Pero el Reino de Flora tiene sus propios secretos: desde árboles que sangran, hasta esclavos marcados y guardias que desaparecen. Algo está pasando en la tierra donde todo crece, y si Callie no es cuidadosa, reclamará todo y a todos los que ama... incluida ella.
Al principio había oscuridad.
Antes de conocer a Callie, antes de convertirse en El Negociador, existió Desmond Flynn, el hijo bastardo de una Escriba. Un niño nacido de una madre débil, maldito con poca magia y destinado a casarse con una esclava. Pero el destino tenía otra cosa en mente.
Hasta que la oscuridad muere.
Desde las cuevas áridas de Arestys hasta el Palacio de Somnia y las calles de la Tierra, así es como Desmond Flynn, un hada que no tuvo nada al principio, se convirtió en el Emperador de las Estrellas del Crepúsculo.
Hay cosas peores que la muerte. Cosas que se esconden en las sombras y se deslizan en tus sueños. Cosas que no deberían existir. Cosas que alguna vez durmieron... pero que ahora han despertado.
Para Callypso Lillis, la magia fae que ahora corre por sus venas es a partes iguales una maldición y buena fortuna. Por lo mismo que la une a Desmond Flynn, el Rey de la Noche, también la hace vulnerable al Ladrón de Almas, un hombre que quiere destruir el mundo... y a Callie, junto con él.
Pero no es solo el Ladrón cuya sombra se cierne sobre el Otro Mundo. El padre de Des ha regresado de entre los muertos, y quiere vengarse del hijo que lo envió a la tumba en primer lugar.
Des y Callie deben descubrir cómo detener a ambos hombres, y el tiempo se está acabando. Porque hay fuerzas en juego que trabajan para separar a los amantes de una vez por todas... y desafortunadamente para ellos, la muerte ya no es lo peor que se puede temer.
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