Yo voté con un zombi:
el amanecer de los indignados
Domingo. Siete y media de la mañana. La gran fiesta de la democracia está a punto de comenzar en el colegio electoral del Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad, que se prepara para unos comicios especialmente polémicos debido a la eclosión del movimiento de los denominados “indignados”.
Lo que nadie se imagina es que estos manifestantes, lejos de limitarse a agitar pancartas y corear consignas ingeniosas, se convertirán, debido a los efectos sobre su cerebro de toda la rabia que han acumulado a lo largo de la legislatura, en violentos y primarios catalizadores del cambio social. ¡¡No son zombis, son indignados!!
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