Serie A Wild Romance - Rocklyn Ryder

Melissa

Desde que aterricé en Alaska no me siento cómoda. Todo el estado apesta a testosterona. No me está haciendo ningún favor a mí ni a mi vida de fantasía, pero es Rogue quien finalmente me lleva a la cima. Mi piloto. El hombre emana masculinidad. Es el epítome fuerte, el chico del cartel salvaje, el hombre de Alaska.

Rogue

Melissa aterriza en mi vida llena del tipo de historias que podrían llenar el silencio de un solitario invierno de Alaska y hacer compañía a un hombre mientras esas dulces curvas lo mantienen caliente, pero llenar mi hogar con las cosas de una mujer nunca ha sido parte de mis planes.

Entonces, ¿por qué estoy cambiando la ruta para asegurarme de que soy el único piloto de áreas remotas que verá hasta que se vaya de su cabaña este verano?

Gail

Estaba bastante segura de que los montañeses que vivían alejados de todo eran un mito, hasta que mi neumático explotó en una carretera solitaria en la montaña. No soy una damisela en apuros, ¡puedo cambiar mis neumáticos yo sola! Pero el gato que vino con la SUV necesita algo debajo de él para darle más altura. No necesito que este chico se enamorarse de mí, todo lo que necesito es algo de madera.

Blaze

Usar el hacha es un buen ejercicio cuando mi modesta granja en las montañas Bitterroot, en Idaho, comienza a sentirse solitaria. Cuando una mujer con curvas aparece en mi propiedad mirándome como si fuera su última comida, tengo una mejor forma para aliviar la tensión. Dice que todolo que necesita es algo de madera, pero voy a convencerla de que acaba de encontrar un hogar.

Jordan

Ya es malo quedarse sin gasolina en la carretera desierta del este de Oregón, pero es aún peor descubrir que la única estación de servicio a kilómetros a la redonda está tan pobre de gasolina como mi motocicleta.

Parece que acamparé aquí durante un tiempo.

Al menos el dueño de la estación arde de bueno, y tal vez un tanque totalmente vacío no sea tan malo después de todo.

Stryker

No hay otra estación de servicio en cien kilómetros a la redonda y como no puedes extraer tu propia gasolina en este estado, no es extraño encontrar a un chico acampando junto a su moto al lado de mis bombas cuando abro por la mañana. Lástima que tenga que salir y decirle que la estación está tan

vacía como el tanque de su moto.

No voy a mentir, descubrir que el chico cerca de las bombas es en realidad una impresionante chica compensa el largo camino que hago para llegar al negocio que estoy perdiendo.

Es solo una cosa a corto plazo. Jordan vive a más de mil kilómetros de distancia y ninguno de nosotros busca algo serio de todos modos.

Cuando el camión para reabastecer la gasolinera aparece y Jordan sale de mi vida para siempre, empiezo a darme cuenta de lo aislado que es este lugar. El frío que hace por las noches y cuánto tiempo he vivido aquí sin nadie más que el perro para hacerme compañía, pensando que esto era lo que deseaba.

Próximo libro: