Ignora las emociones de la Guerra. Deja que el carruaje al baile real espere. Hay una historia que contar: una de una noche sin estrellas, una madre y su hijo enfermo, y un mortal que se enamora de la diosa de la nieve, y haría lo que fuera por tenerla…
Ganar lo que quieres puede costarte todo lo que amas...
Kestrel de diecisiete años es una ciudadana de Valoria, un vasto imperio que se deleita con la guerra y esclaviza a aquellos que conquista. Aquí, una chica como Kestrel tiene dos opciones: unirse a la milicia o casarse. A pesar de sus habilidades en la estrategia militar, la verdadera pasión de Kestrel es la música. Es por eso que se siente impulsada a comprar a Arin, un esclavo con talento para el canto, en una subasta. No pasa mucho tiempo hasta que se descubre enamorándose de Arin, y él parece sentir lo mismo por ella. Pero Kestrel aprende rápidamente que el precio que ha pagado por Arin es mucho más alto de lo que podría haber imaginado.
Situado en un nuevo mundo, The Winner’s Curse es una historia de malvados rumores, secretos sucios, y juegos donde todo se apuesta, y el azar decidirá si conservas la cabeza o pierdes el corazón.
La boda de un miembro de la realeza es el sueño de muchas chicas. Implica una celebración tras otra: bailes, fuegos artificiales y diversión hasta el amanecer. Pero para Kestrel significa vivir en una jaula en la que ella misma se ha metido.
A medida que se aproxima la fecha de la boda, anhela contarle a Arin la verdad sobre su compromiso: que accedió a casarse con el príncipe heredero para que él pudiera ser libre.
Pero ¿puede confiar en él? ¿Acaso puede confiar en sí misma?
Kestrel está convirtiéndose en una maestra del engaño. Ha empezado a hacer de espía en la corte. Si la descubren, su país la considerará una traidora. Sin embargo, debe encontrar el modo de cambiar su despiadado mundo… y, en el proceso, está a punto de descubrir un espeluznante secreto.
Algunos besos tienen un precio.
La guerra ha comenzado. Arin está en el centro de ella con nuevos aliados no confiables y el imperio como su enemigo. Aunque se ha convencido de que ya no ama a Kestrel, Arin no se ha olvidado de ella, ni cómo se convirtió exactamente en el tipo de persona que siempre ha despreciado. Le importaba más el imperio de lo que hacía por la vida de personas inocentes, y ciertamente más de lo que lo hacía por él.
Al menos, eso es lo que piensa.
En el norte congelado, Kestrel es una prisionera en un campo de trabajo brutal. Mientras busca desesperadamente una manera de escapar, desea que Arin sepa lo que sacrificó por él. Desea poder hacer pagar al imperio por lo que le han hecho.
Pero nadie obtiene lo que quiere simplemente deseando.
A medida que la guerra se intensifica, tanto Kestrel como Arin descubren que el mundo está cambiando. Él Este está enfrentado al Oeste, y están atrapados entre ellos. Con tanto que perder, ¿puede alguien ganar realmente?
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