Él aparecía cada noche en sus sueños; magnífico, descaradamente desnudo.
Un hombre cuyo cuerpo era pura perfección, su rostro endurecido por el deseo, cuya voz dejaba claro que la tendría a ella y no a otra.
Un hombre cuyo cuerpo era pura perfección, su rostro endurecido por el deseo, cuya voz dejaba claro que la tendría a ella y no a otra.
Blair McArthur era un Mujer bendecida por las Hadas, y la sanación era su vida.
Pero la leyenda predecía que perdería sus poderes si le entregaba su corazón al hombre equivocado.
Así que lo último que quería era un matrimonio concertado.
Especialmente con el laird de las Highlands que obsesionaba sus horas nocturnas con imágenes demasiado tentadoras para que ninguna mujer pudiera resistirse.
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