Kevin Wake odia ser rico y desprecia profundamente todo lo que representa su padre. Aun así, no puede abandonar a sus hermanos más jóvenes, cuyo futuro depende de él. Cuando su padre amenaza con despojarles de la herencia de su madre, Kevin se apresta a proteger lo que les pertenece.
Megan Mully acaba de salir del hospital. No tiene casa ni empleo, está sola y arruinada. Lo último que se le ocurriría es pensar en enamorarse. Kevin no es más que un medio de resolver sus problemas. Pero lo que no esperaba Megan es que Kevin le robara el corazón...
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