No se trata solamente del movimiento del océano, señoritas. Definitivamente también se trata del TAMAÑO del bote.
Y yo estoy dotado en ambos campos. De hecho, tengo TODOS los activos correctos. Apariencia, cerebro, mi propio dinero y un enorme p$&e.
Podrían pensar que soy un imbécil. Sueno como uno, ¿cierto? Soy tentador como el pecado, rico como el cielo, inteligente como el demonio y dotado como un caballo.
¿Adivina qué? No has escuchado antes mi historia. Claro, puede que sea un playboy, como las revistillas de chismes de NY me llaman. Pero soy el playboy que en realidad es un buen tipo. Lo que me hace único.
El único problema es que mi padre necesita que me calme por un tiempo. Con inversionistas conservadores en la ciudad queriendo comprar su principal joyería en la Quinta Avenida, no solamente me necesita para cerrar el trato, sino que finja el papel del tipo comprometido. Bien. Puedo hacer esto por papá. Después de todo, tengo que agradecerle por las joyas que me tocaron. Así que le pido a mi mejor amiga y socia de negocios ser mi prometida por la siguiente semana. Charlotte está dispuesta. Ella tiene sus propias razones para decir que sí a usar esta gran roca.
Y muy pronto todo este fingido juego en público conduce a un para nada fingimiento en el dormitorio, porque ella no puede fingir el tipo de gritos orgásmicos increíbles y estridentes que hace cuando la llevo a nuevas alturas entre las sábanas.
Pero parece que no puedo fingir que quizás esté sintiendo algo real por ella.
¿En qué demonios me he metido con esta… gran roca?
Y yo estoy dotado en ambos campos. De hecho, tengo TODOS los activos correctos. Apariencia, cerebro, mi propio dinero y un enorme p$&e.
Podrían pensar que soy un imbécil. Sueno como uno, ¿cierto? Soy tentador como el pecado, rico como el cielo, inteligente como el demonio y dotado como un caballo.
¿Adivina qué? No has escuchado antes mi historia. Claro, puede que sea un playboy, como las revistillas de chismes de NY me llaman. Pero soy el playboy que en realidad es un buen tipo. Lo que me hace único.
El único problema es que mi padre necesita que me calme por un tiempo. Con inversionistas conservadores en la ciudad queriendo comprar su principal joyería en la Quinta Avenida, no solamente me necesita para cerrar el trato, sino que finja el papel del tipo comprometido. Bien. Puedo hacer esto por papá. Después de todo, tengo que agradecerle por las joyas que me tocaron. Así que le pido a mi mejor amiga y socia de negocios ser mi prometida por la siguiente semana. Charlotte está dispuesta. Ella tiene sus propias razones para decir que sí a usar esta gran roca.
Y muy pronto todo este fingido juego en público conduce a un para nada fingimiento en el dormitorio, porque ella no puede fingir el tipo de gritos orgásmicos increíbles y estridentes que hace cuando la llevo a nuevas alturas entre las sábanas.
Pero parece que no puedo fingir que quizás esté sintiendo algo real por ella.
¿En qué demonios me he metido con esta… gran roca?
Llámame simplemente Señor O. Porque TU placer es mi súper poder.
Hacer a una mujer sentir el “Oh, Dios, es tan bueno” es el nombre del juego, y si un hombre no puede hacer un buen trabajo, debería largarse corriendo de la habitación. Estoy hablando de ese tipo de éxtasis que te hace doblar los dedos de los pies, que te sobrecoge, que te hace aferrarte a las sábanas del éxtasis. Como yo aporto cada vez.
Supongo que eso me convierte en un superhéroe del placer y mi misión es siempre dar.
Claro, tengo una adicción con dar, pero presta atención y también encontrarás a un hombre con un exterior ardiente, un trabajo genial, un ingenio agudo y un corazón de oro. Sí, la vida es buena…
Pero entonces soy tomado desprevenido cuando cierta mujer me pide que le enseñe todo sobre cómo conquistar a un hombre. ¿El único problema? Ella es la hermana de mi mejor amigo, pero es demasiado tentadora como para resistirme… especialmente cuando aprendo que la dulce y sexy Harper tiene una mente sucia también y quiere darle un buen uso. ¿Qué podría resultar mal mientras le doy a la mujer que secretamente he deseado algunas lecciones de seducción sin ataduras?
Nadie lo sabrá, incluso si nos mandamos unos cuantos mensajes de texto obscenos. Está bien, unos pocos cientos. O si la cremallera de su vestido se queda atascada. ¡No en eso! O si me lanza esos ojos de f*llame en el tren frente a toda su familia.
El problema es que cuantas más noches paso con ella en la cama, son más los días que quiero pasar con ella fuera de ésta. Y por primera vez, no estoy pensando únicamente en cómo hacer a una mujer gritar de placer; estoy pensando en cómo conservarla entre mis brazos por mucho tiempo.
Parece que las Verdaderas Aventuras del Señor Orgasmo apenas acaban de empezar…
Hacer a una mujer sentir el “Oh, Dios, es tan bueno” es el nombre del juego, y si un hombre no puede hacer un buen trabajo, debería largarse corriendo de la habitación. Estoy hablando de ese tipo de éxtasis que te hace doblar los dedos de los pies, que te sobrecoge, que te hace aferrarte a las sábanas del éxtasis. Como yo aporto cada vez.
Supongo que eso me convierte en un superhéroe del placer y mi misión es siempre dar.
Claro, tengo una adicción con dar, pero presta atención y también encontrarás a un hombre con un exterior ardiente, un trabajo genial, un ingenio agudo y un corazón de oro. Sí, la vida es buena…
Pero entonces soy tomado desprevenido cuando cierta mujer me pide que le enseñe todo sobre cómo conquistar a un hombre. ¿El único problema? Ella es la hermana de mi mejor amigo, pero es demasiado tentadora como para resistirme… especialmente cuando aprendo que la dulce y sexy Harper tiene una mente sucia también y quiere darle un buen uso. ¿Qué podría resultar mal mientras le doy a la mujer que secretamente he deseado algunas lecciones de seducción sin ataduras?
Nadie lo sabrá, incluso si nos mandamos unos cuantos mensajes de texto obscenos. Está bien, unos pocos cientos. O si la cremallera de su vestido se queda atascada. ¡No en eso! O si me lanza esos ojos de f*llame en el tren frente a toda su familia.
El problema es que cuantas más noches paso con ella en la cama, son más los días que quiero pasar con ella fuera de ésta. Y por primera vez, no estoy pensando únicamente en cómo hacer a una mujer gritar de placer; estoy pensando en cómo conservarla entre mis brazos por mucho tiempo.
Parece que las Verdaderas Aventuras del Señor Orgasmo apenas acaban de empezar…
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