Vaughn Harding es mi nuevo jefe. Tiene negocios familiares en Vancouver, pero también es el propietario de este rancho, en el que cada vez pasa más tiempo.
Disfruto de nuestros combates verbales, pero hace tiempo me autoimpuse alejarme de este tipo de hombres. Estar cerca de Vaughn puede ser un suicidio en mi trayectoria profesional como entrenadora de caballos de carreras. Soy la nueva responsable del rancho y de un caballo con problemas que he prometido convertir en todo un ganador.
Tengo muchos planes, y no voy a permitir que un hombre me distraiga. Por mucha electricidad que haya cuando nos miramos o por mucho que mi cuerpo entre en combustión cuando nos rozamos. Vaughn es un vívido recuerdo de cada tío que he tenido alrededor mientras crecía: guapo, rico y privilegiado.
Pero hay cierta tristeza en él a la que me es imposible dar la espalda. Un lado sensible bajo ese cuerpo perfecto. Burlarme de él a ratos es una cosa, ¿pero entregarle mi corazón?
Debería haberlo pensado antes...
Mantener una relación profesional con mis empleados nunca ha sido un problema. Hasta que Billie Black se presenta en mi propiedad.
Billie tiene talento, no sabe mantenerse callada, y es jodidamente tentadora. No podemos dejar de retarnos desde el momento en que nos conocemos. Y aquí es difícil mantener las distancias. Y todavía es más difícil evitar que esa fricción se convierta en fuego.
Billie lo tiene todo, es una mujer inteligente con un cuerpo con el que fantaseo a todas horas, y posiblemente la única mujer que puede salvar mi negocio... y a mí.
Me vuelve loco en todos los sentidos de la palabra. Deseo sus labios, su confianza, su alma…
Lo quiero todo.
Pero ¿cuál será el precio que tenga que pagar por ello?
Porque, de repente, no solo quiero que mis caballos ganen carreras, también quiero conquistar a esa chica.
Dermot Harding es diez años mayor que yo.
Un amigo de la familia. Un empleado en el rancho de mi padre.
Pero lo he amado desde que tengo memoria.
A los dieciocho años, lo besé y él me apartó. Dijo que yo era demasiado joven.
El ejército me lo arrebató durante tres largos años, pero ahora está de vuelta en el rancho Gold Rush, mirándome como nunca antes me había mirado. Dejando que sus manos se detengan más de lo debido. Ofreciéndose a ayudarme a entrenar al caballo de carreras que siempre he soñado tener.
Digo que lo he superado, pero ¿nuestra química? Es eléctrica. Es abrumadora. Y pronto todas nuestras razones para mantenernos alejados el uno del otro se desvanecen, junto con nuestra ropa.
Dice que es demasiado viejo y está demasiado roto para alguien como yo. Dice que nunca podremos funcionar. Pero su cuerpo cuenta otra historia.
Ya arriesgué mi orgullo por él una vez.
¿Soy tonta si me arriesgo de nuevo?
He visto cada centímetro cuadrado del delicioso cuerpo de Violet Eaton y no tiene ni idea de quién soy.
Hasta ahora.
Lo que pasó entre nosotros en línea, en nuestros chats, estaba destinado a permanecer en el anonimato y en el pasado.
Hasta que dejó de serlo.
El mundo es pequeño, pero Ruby Creek lo es aún más. Cuando me mudo a la pequeña ciudad, la fachada gruñona que he creado se desliza cuando nos vemos obligados a vivir bajo el mismo techo.
Cada vez que sus mejillas se ruborizan, cada vez que sus ojos se encienden de calor, cada vez que me suplica que no pare, el hielo en el que me he encerrado se derrite. Me hace desear cosas que no puedo desear. Cosas con las que he soñado desde que la vi por primera vez hace dos años, cosas que no merezco.
Pero mis heridas invisibles tienen el poder de arruinarnos a los dos. Como antiguo soldado, debería tener la disciplina necesaria para alejarme, pero cuanto más me abro a Violet, más deseo quedarme con ella.
Volví de la guerra convertido en un hombre diferente, pero mis cicatrices son más antiguas y profundas de lo que nadie sabe, y planeé que siguieran siendo así. Planeé mantener mis secretos ocultos.
Hasta ella.
Stefan Dalca es guapo, melancólico y mandón. También es el enemigo público número uno de esta pequeña ciudad, con un pasado turbio difícil de pasar por alto. Y acabo de aceptar tres citas falsas con él.
Puede que sea una veterinaria de renombre, pero cuando me encuentro en una situación complicada, Stefan es mi última esperanza. Necesito su ayuda para salvar a un potro enfermo y lo que él quiere a cambio soy yo.
Nuestro tiempo juntos comienza como una simple transacción, pero cuanto más tiempo paso con él, más me pregunto si en verdad no es el villano que han hecho de él. Con cada conversación íntima y cada mirada persistente, aumenta la tensión entre nosotros. Stefan me ha atraído desde el primer día que lo vi. Y ahora es francamente irresistible.
Sé que dormir con el enemigo es jugar con fuego. Pero, como una polilla a una llama, me siento atraída por este hombre misterioso de una forma que no puedo explicar, de una forma que mis seres más cercanos no aprobarían ni entenderían.
Y cuanto más se ablanda por mí, más me enamoro.
Pero a medida que se desvelan sus misterios, también lo hacen las verdades ocultas. Verdades que están destinadas a dejar a alguien quemado.
Sólo que no esperaba que ese alguien fuera yo.
Besé a la hermana pequeña de mi mejor amigo y el mundo se paró.
Aquella noche éramos dos perfectos desconocidos, el recluso gruñón del pueblo y una chica preciosa en la trastienda de un bar.
Hasta que dejamos de serlo.
Porque Nadia Dalca no es una chica cualquiera. Es la chica que no puedo tener. Catorce años más joven que yo y completamente fuera de mis límites.
Mi plan es mantenerme alejado, pero el universo sigue empujándonos juntos. Es como una especie de broma cósmica, para darme a probar algo tan eléctrico, tan real, algo que me devuelve la vida.
Porque puedo mirar, pero no puedo tocar.
Sus curvas pecaminosas, su risa alegre, su lado salvaje... Soy adicto a cada parte de ella.
Y cuando me mira con esos ojos seductores, tan llenos de anhelo y tan libres de prejuicios... Siempre me he considerado un hombre fuerte. Pero cuando ella me mira soy débil.
Ceder a nuestra conexión sería una traición. Mi vida es más que complicada, y ella tiene el mundo al alcance de la mano. Su hermano es la única familia que le queda y, aunque suene triste, también es mi único amigo.
Pero la besé de nuevo de todos modos.
Y ahora no puedo parar.