Dejó dos hijos, uno amado y otro marginado.
El mayor de los dos estaba listo para tomar el trono, pero antes tenía que encontrar una reina a la que llamar suya.
El más joven era conocido por ser rebelde y desquiciado.
A la reina elegida se le advirtió que se mantuviera alejada de él.
Hermosa y astuta, en la luz es donde se quedó.
Pero por la noche, eran las tierras sombrías en las que jugaba.
Se cometieron errores y se forjaron secretos; olvidando el deber y el sentido común.
Y mientras el nuevo rey tenía su mano, su corazón pertenecía al príncipe de las cicatrices.
Ella perdió todo lo que importaba, haciendo que la oscuridad se desplegara.
Impulsiva e inteligente, ella ayudó a que el nombre de su familia se fortaleciera.
Pero un día llegó un hombre sin corazón.
Un agente encubierto, destinado a espiar y encontrar pistas.
Siguiendo su camino oculto de ladrillos amarillos descoloridos.
Ella lo odiaba, él la quería.
Ella era demasiado buena para ser verdad.
Pero una mujer puede ser genial... y también terrible.