La vida y un apellido lúgubre son las únicas dos cosas que los padres de Beyah Grim le dieron. Después de abrirse camino por su cuenta, Beyah está bien encaminada hacia cosas más grandes y mejores, gracias a nadie más que a ella misma. Con solo dos cortos meses que la separan del futuro que ha construido y del pasado que desesperadamente quiere dejar atrás, una muerte inesperada deja a Beyah sin un lugar adonde ir durante el ínterin. Obligada a recurrir a su último recurso, Beyah tiene que pasar el resto de su verano en una península de Texas con un padre al que apenas conoce. El plan de Beyah es mantener la cabeza gacha y dejar que el verano pase sin problemas, pero su nuevo vecino, Samson, pone un freno a ese plan.
Sansón y Beyah no tienen nada en común en la superficie. Viene de una vida de pobreza y abandono; proviene de una familia rica y privilegiada. Pero una cosa que sí tienen en común es que ambos se sienten atraídos por las cosas tristes. Lo que significa que se sienten atraídos el uno por el otro. Con una conexión casi inmediata demasiado intensa para que sigan negando, Beyah y Samson acuerdan permanecer en el extremo poco profundo de una aventura de verano. Lo que Beyah no se da cuenta es que se acerca una corriente de resaca y está a punto de arrastrar su corazón hacia el mar.
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