Atravesaré el infierno para estar con él, Aunque el camino esté pavimentado con sangre.
Emily.
Roman Melnikov es un hombre mortal enfundado en un caro traje.
Pero sé lo que hay bajo la fachada, cicatrices y tatuajes que indican el hombre que realmente es.
Ha venido hasta aquí para encontrar a su hermana, y su búsqueda le ha llevado hasta mi padre y sus amigos.
Ambos deseamos acabar con ellos, y la única forma de hacerlo es juntos.
No tenía la menor idea de lo peligroso que sería, o que al final estaríamos todos cubiertos de sangre.
Amar a Roman es peligroso, pero no puedo dejar que se vaya.
Su camino le lleva directamente al infierno, y al parecer le acompañaré en el viaje.
Roman.
El plan era sencillo: Traer nuestra Bratva a EEUU.
Encontrar a la escoria que se llevó a mi hermana.
Matarlos a todos.
Pero entonces conocí a Emily, la hija del enemigo, y no puedo dejarla marchar.
Ella es todo lo que yo no soy: dulce, inocente, buena.
Demasiado buena para alguien como yo, pero no puedo alejarme, y ahora ella forma parte de esto.
Cambio de planes: La única forma de mantenerla a salvo es tenerla a mi lado... o de rodillas.
Primero, me raptaron.
Después me vendieron.
Y ahora soy suya.
Simona.
El hombre que me compró es pecaminosamente hermoso, un muro de músculos tatuados capaz de asegurarme que estoy a salvo con él.
Pero no puede dejarme marchar.
Al menos, todavía no.
Él y sus hermanos necesitan mi ayuda para encontrar a alguien.
Acepto ayudarles, sin tener la menor idea que eso nos conducirá a un nido de víboras.
Si su veneno no acaba conmigo... este lo hará.
Las líneas se difuminan entre ambos, y no siento que todo sea por aparentar. Porque la verdad es que Danil es mi dueño... cada parte de mí.
Resulta que pertenecer a un Jefe de la Bratva no es tan malo después de todo.
Danil.
Apenas la vi, supe que tenía que tenerla. Habría pagado lo que fuera por hacerla mía.
Se suponía que sería algo ficticio.
Se suponía que no debía enamorarme de ella, pero en el momento en que gané la puja, supe que nunca sería capaz de dejarla marchar.
Soy un hombre al que le gusta tener el control, y Simona lo da todo por mí. Se pliega a mi voluntad, aceptando todo lo que quiero darle.
Resulta que quiero dárselo todo.
He cambiado de opinión, malinkaya.... He decidido quedarme contigo.
Jolene.
Un violento luchador clandestino y un líder de una Bratva. Lev Melnikov es una bandera roja andante, pero no puedo mantenerme al margen. Necesito que me enseñe a luchar para poder protegerme. Nuestro acuerdo es sencillo... hasta que deja de serlo. Estar cerca de él y sentir su sudoroso cuerpo contra el mío hace que sea imposible no querer más. Y una vez que empiezo a tocar, no puedo parar. Sé que es peligroso. Sé que debería alejarme. Pero también sé que no lo haré, porque cada parte de mí ya es suya. Solo tiene que aceptarlo.
Lev.
Violencia y rabia, es todo lo que conozco. Hasta que la conocí. Me hace desear cosas que un hombre como yo no merece. No puedo traerla a mi vida y ponerla en peligro, por mucho que quiera quedármela para mí. Pero el destino tiene otros planes. Ahora es mía, comprada y pagada y demasiado inocente para lo que quiero hacerle.
Primero viene el odio, en segundo lugar viene un matrimonio forzado, y el tercero llega poniendo de rodillas a Vitaly Melnikov.
Vitaly.
Estoy acostumbrado a que las mujeres me deseen, no a que me odien, pero mi mujer me mira como esperando que mi próximo aliento sea el último.
Nuestro matrimonio no fue por elección, pero cuando juré ser su marido, lo dije en serio.
Nunca falto a mi palabra, por lo que estamos casados, le guste a ella o no.
Al menos de momento.
El plan era que siguiera casada hasta que obtuviéramos lo que necesitábamos de sus hermanos.
Mientras no la toque, podemos anular este desafortunado episodio en mi línea temporal de soltero.
El principal problema es que tiene un aspecto y un olor dulce y entonces lo arriesgo todo y la pruebo.
Ahora soy adicto y estoy muy metido.
Katya.
Mi hermano es jefe de la Bratva Lebedev, y acaba de ofrecerme a Vitaly Melnikov.
Es un matrimonio que unirá a nuestras familias, pero no es lo que quiero.
No me importa lo increíblemente atractivo que sea mi nuevo marido, no confío en él.
Me digo a mí misma que puedo resistirme a él, pero ese hombre posee un talento inimaginable y mi moderación se desvanece rápidamente.
Antes de darme cuenta, estoy pidiendo más y enamorándome perdidamente de un marido que me juré no querer jamás.
Es hora de traer a Alina a casa.
Alina.
Cuando era joven, me enamoré de un chico de ojos oscuros.
Nunca superé ese enamoramiento.
Ni siquiera cuando el chico adolescente creció y se convirtió en un hombre muy peligroso.
Cada año se hacía más fuerte hasta que finalmente cumplí dieciocho años y le obligué a verme como la mujer en la que me había convertido y no sólo como la hermana pequeña de su mejor amigo.
Éramos tan felices juntos, pero entonces me secuestraron. Me separaron de él de la forma más cruel.
Pero me está buscando.
Lo sé, y sé que quemará el mundo para llegar hasta mí.
Sólo necesito aguantar un poco más.
Matvey.
La busqué durante dos años.
Cada día me parecía una vida entera.
Me estaba volviendo loco, imaginando todas las cosas que le estaban haciendo.
Pero finalmente la encontré.
Y ahora ha llegado el momento de traerla a casa.
Me la arrebataron y van a pagar por ello.
Voy a recuperar a Alina, y luego vamos a prender fuego al mundo y ver cómo arden.